Uno de sus hijos, llamado Tito y que también sería emperador (desde el año 79 al 81), le reprochó en una ocasión a su padre que cobrara un impuesto sobre la orina que se obtenía en las letrinas públicas y que era muy útil en el curtido de pieles. Su padre, cuando recibió la primera remesa de dinero recaudada con tan escatológico impuesto, tomó unas monedas y se las puso a Tito bajo la nariz diciéndole: “No huele mal”. Al menos así lo cuentan Suetonio y Casio, según el libro que cito como fuente. Ya saben amigos, el dinero no huele mal, así al menos lo afirmaba Vespasiano.
Fuente: La vuelta a la historia en cincuenta frases de Helge Hesse
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Obelix nos enseño que los sestercios olian a sopa de cebolla y... quien en su sano juicio tira una sopa de cebolla para llenarla de sestercios?? Estan locos estos romanos!
Un saludo
Albareto
Miremoslo por el lado positivo, al menos no se quedaba el dinero para el. Se dice que Vespasiano dijo aquello de: Necesito 400 millones de sextercios para salvar el Imperio". Y de algun sitio habia que sacarlos.
Tambien comentaba Suetonio que perditia que algunos funcionarios se enriqueciesen ilicitamente para despues ir a por ellos y dejarlos secos, llamandolos sus esponjas :-).
Albareto, locos de remate :)
Lamastelle, buen detalle el de las esponjas... gracias por el dato.
Saludso.