Hoy escribimos las preguntas como en el siglo XVIII

Hoy escribimos las preguntas como en el siglo XVIII

Hace unos días me decían en una conversación que el español ya había cambiado de facto sobre el uso de la interrogación y que ya era más habitual escribir las frases interrogativas y exclamativas sin usar el símbolo correspondiente al comienzo. Es decir, que uno ya no escribe: ¿está todo bien?; sino que mas bien escribe: está todo bien? Y parece cierto que en algunos medios, como WhatsApp, hoy escribimos las preguntas como en el siglo XVIII, sin poner los dos símbolos. Volvemos al decíamos ayer de Fray Luis de León.

El lenguaje está en mutación constante y volviendo atrás hoy escribimos las preguntas como en el siglo XVIII

El lenguaje está en mutación constante, y supongo que podemos que decir que no muta ni a mejor ni a peor. Sencillamente, lo hace. Algunos, entre los expertos, se quejan de que cambia una cosa y otros de que no cambia otra. La vida misma. Hay quien ve un casus belli en la eliminación de la tilde diacrítica en el adverbio solo incluso en casos de posible ambigüedad que se estableció por la RAE en 2010. Revisando estos cambios de 2010, por cierto, he visto alguna curiosidad que les contaré al final.

La propia RAE decía en Twitter que en sus recomendaciones y normas de ortografía de 1754 se recomendaba utilizar los signos de apertura de interrogación y exclamación al comienzo y al final solo en periodos largos. Si la frase era corta, bastaba por tanto con ponerlo tras la frase: esto era correcto!, que viene a ser lo mismo que se hace hoy cuando escribimos en algunas App, comentarios en las redes sociales, correos electrónicos informales… En resumen, volvemos al siglo XVIII en ese aspecto.

En 1870, 116 años después, se cambió la norma y ya se obligaba a poner el símbolo tanto al comienzo como al final de la frase, fuera esta lo larga o corta que fuera. Y así seguimos, en esa misma versión de la norma, aunque parece que de facto se está volviendo a la norma de 1754. Al menos es mi percepción.

La razón de ser del doble símbolo es la eliminación de ambigüedades

En principio la razón de ser del doble símbolo es que elimina ambigüedades y hace más clara la lectura. Uno sabe cómo entonar desde el comienzo de la frase, porque se lo marca ese símbolo inicial. Dicho esto, bien sabemos que los ingleses no usan el doble símbolo, como tampoco lo hacen vascos, catalanes o gallegos. Estos últimos lo admiten sólo en casos de ambigüedad o duda clara. Y todos ellos se entienden en su idioma.

La norma actual de la RAE dice que no se puede prescindir de los símbolos de interrogación o exclamación, sea cual sea la longitud de lo que encierran. Otros detalles a tener cuenta, para escribir correctamente, son que tras el símbolo no se escribe el punto final de la frase, y que se pueden escribir varios signos de exclamación, pero no de interrogación. Es decir, ¡¡¡esto es correcto!!!, pero ¿¿esto no es correcto?? tendría una respuesta afirmativa porque no se puede hacer. Sí se puede, en cambio, decir, ¡¿es correcto?!

Volviendo a los cambios de la Ortografía de la lengua española de 2010, se propone un nombre para cada una de las letras del abecedario, sin que ello implique que otros nombres son correctos. En este caso me llama la atención que lo que yo siempre he llamado i griega, tiene como nombre recomendado ye. Que la letra k se llame ka y no ca, también me sorprende.

4 comentarios en “Hoy escribimos las preguntas como en el siglo XVIII”

    1. Sí, ya ponía que era como lo llamaba yo, pero supongo que efectivamente el nombre más común será ye. En España yo creo que muchos seguimos llamándola y griega porque así se aprende el abecedario en el colegio.
      Gracias, Germán, por comentar.

  1. No sé cómo será en euskera, gallego o en catalán (citados en el artículo); pero la razón de que en inglés no se requiera el signo de interrogación al comienzo de una pregunta; sea cual sea su longitud, es que en inglés la estructura grmatical de la frase interrogativa difiere de la frase afirmativa, e indica por sí sola que es una interrogación desde su inicio: «The house is yellow» (afirmativa), «is the house yellow?» (interrogativa). En cambio en español se escribe igual: «La casa es amarilla» «¿la casa es amarilla?»

    1. Tienes razón, Joaquín, ese detalle es la pista buena para saber si una sentencia es interrogativa o no. No sé si ocurre lo mismo con la exclamativas.
      Gracias por el apunte.

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