| Cruz Victoria |
Como otras veces, la presente curistoria viene a desmontar un mito, pero por esas dos cuestiones, el mito y su falsedad, es por lo que tiene valor conocerla. Además la historia tiene su encanto, algo habitual en los mitos. Vamos a hablar de la Cruz Victoria, la condecoración militar más importante al valor que se entrega en los países de la Commonwealth, es decir, en Reino Unido y sus más cercanos aliados y colonias.
Esta condecoración fue creada en 1856, concretamente el 29 de enero de aquel año, cuando la reina Victoria la utilizó para honrar el valor de algunos hombres en la guerra de Crimea. El primero en ganársela fue Charles Lucas, como ya les había contado. Desde aquel día se han entregado 1356 medallas a 1353 personas, si bien, sólo 13 han sido concedidas desde la Segunda Guerra Mundial. Esto, personalmente, me parece una buena noticia, ya que puede indicar que pocas veces han tenido los ingleses y sus aliados la oportunidad de mostrar su valor frente al enemigo.
El mito al que hacía referencia al comienzo de la entrada sostenía que estas medallas estaban fundidas a partir del metal de dos cañones capturados a los rusos durante el asedio de Sebastopol, precisamente en la guerra de Crimea. Estos restos de metal serían, aún hoy, conservados y custodiados para seguir fabricando medallas y aún se podrían hacer algunas menos de cien a partir de aquellos dos cañones. Así se ha creído durante años y no son pocos los libros que consignan esta historia. Pero recientes publicaciones parecen demostrar que esto es falso.
John Glanfield, es su obra «Bravest of the brave«, desmonta el mito después de algunas investigaciones. Él mismo se asombra de cómo ha podido mantener durante tanto tiempo esta historia en la cultura militar británica sin que nadie comprobara su veracidad. Según Glanfield, los cañones a los que se hace referencia no fueron utilizados hasta casi sesenta años después, por lo que es imposible que fueran capturados en Sebastopol en 1855.
De todos modos, como siempre, no está de más conocer la historia y hasta contarla, ya que tiene su épica. Eso sí, conviene aclarar después de contarla que hay dudas de que sea cierta. Por cierto, por si no lo saben, una historia parecida a esta es la de los famosos leones de nuestras Cortes españolas, que están hechos a partir de unos cañones capturados al enemigo en África en 1860.
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Qué interesante, que pases un buen día.
Gracias :)
Como el bronce de los leones de la plaza de Trafalgar en Londres. ¿Adivinas de qué país vino?
Flota francesa, espero :)
Muy a mi pesar, por simple estadística parece más razonable pensar que vino de un país situado al sur de Francia. Otra cosa sería ver la procedencia real del mineral en bruto de cobre y estaño.
Al fin y al cabo se lo ganaron :)