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El primer documento oficial impreso de la historia fue para pedir dinero

Ya les he hablado otras veces del invento de la imprenta y de lo que habían hecho los chinos y coreanos con los tipos móviles siglos antes. Pero, dicho esto, en torno al año 1450 se sitúa el momento en que Gutenberg inventó la imprenta. Poco después se publicó la conocida como Biblia de 42 líneas o Biblia de Gutenberg. El siguiente hito lo marcó el primer documento oficial impreso de la historia, que fue para pedir dinero y lo lanzó la Iglesia.

El 29 de mayo de 1453 Constantinopla claudicó después de 53 días de asedio y cayó bajo las tropas del sultán otomano Mehmed II. Aquello supuso un golpe terrible para el cristianismo y para el resto de Europa, que veía a los infieles orientales cada vez más fuertes y más cerca.

En este escenario, la Iglesia de Roma y algunos emperadores, reyes y gobernantes europeos compartían la idea de lanzar un ataque contra los otomanos y reconquistar la mítica ciudad. Y digo que compartían la idea, porque eso era lo que hacían, teorizar, pero no llegaban a lanzarse a la acción.

El primer documento oficial impreso de la historia fue para pedir dinero y se lanzó poco después de las Biblias de Gutenberg

El papado era uno de los impulsores de esas iniciativas de contraataque para recuperar la ciudad perdida, pero no tenía mucha capacidad de combatir sin la participación de gobiernos más poderosos. Dispuesto a poner algo más de su lado, desde Roma se lanzó una emisión de indulgencias para recaudar dinero destinado a la causa contra los otomanos.

Una indulgencia no era otra cosa que la obtención del perdón de los pecados, a cambio de un poco de dinero o de algún otro esfuerzo. La idea era similar a la venta de bonos que hicieron algunos países durante la Segunda Guerra Mundial, sólo que en este caso se mezclan la parte terrenal y celestial de la vida. Alguien paga a la Iglesia con dinero aquí en la tierra, y a cambio se le borran los pecados allá en el cielo. Curioso.

Así, La Iglesia ordenó imprimir esas cartas de indulgencia para apoyar de la reconquista de Constantinopla. Ese trabajo se hizo en Maguncia en octubre de 1454. Como vemos, poco después de que Gutenberg imprimiera sus biblias. Esas cartas son el documento oficial más antiguo del que se tiene noticia. De nuevo, obviando lo que ya se había hecho en el lejano oriente.

Dicho de otra forma, lo primero que se imprimió como documento oficial fue para pedir dinero. Y parece que obtuvo cierto éxito, porque se calcula que se vendieron miles de esas cartas de perdón eclesiástico. El rango es muy grande, pero las estimaciones van de las cinco mil a las veinte mil.

La compra de la carta no suponía directamente, había que hacer algo adicional

Este volumen tiene más mérito si tenemos en cuenta que la compra de la indulgencia por sí misma no suponía la limpieza de los pecados. En la propia carta se indicaba que además de pagar uno debía hacer esfuerzos adicionales, y según estas tareas conseguía más o menos días de indulgencia.

Si se añadía a la compra, por ejemplo, rezar tres veces a Dios pidiéndole ayuda contra el enemigo turco, como llamaban entonces a los otomanos, se conseguían cien días de perdón. Si se participaba en una procesión contra el enemigo turco, el premio ascendía a siete años. No sé qué piensan ustedes, pero la diferencia entre cien días y siete años me parece enorme, comparada con el esfuerzo que supone rezar tres días o participar en una procesión.

Lo más sorprendente de todo es que estar dispuesto a ir a luchar directamente en la Cruzada contra el turco, sólo otorgaba dos años de perdón. Se podría deducir de esto que la Iglesia estaba más interesada en conseguir el dinero que en sumar voluntarios para combatir. Y tiene sentido, porque con dinero se puede contratar y armar un ejército poderoso de profesionales, mientras que un ejército de voluntarios sin mucha experiencia no es más que un billete directo al fracaso. Como se demostró en otras cruzadas anteriores a esta de 1454. Cruzada que, por cierto, nunca llegó a producirse a pesar de tanta venta de indulgencias.

Fuente: El amanecer de una nueva era, de Marina Munkler (afiliado).
Fuente de la imagen: Universidad de Navarra
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Manuel J. Prieto

Ver comentarios

  • Pues parece que los primeros documentos oficiales impresos fueron los billetes aparecieron por primera vez en China, durante la dinastía Tang (618-907), como una forma de representar el valor del oro y la plata que los comerciantes depositaban en los templos. Estos billetes eran de papel y tenían impreso el nombre del templo y la cantidad de oro o plata que representaban.

    Y, discúlpame, pero no entiendo la insistencia en dar a conocer que definitivamente Gutenberg ni inventó la imprenta ni los tipos móviles; pero, al mismo tiempo, seguir escribiendo "...Pero, dicho esto, en torno al año 1450 se sitúa el momento en que Gutenberg inventó la imprenta". Esa contradicción se repite en la nota y en otras anteriores sobre el tema; y es lo que no entiendo: decir que no, pero sí; no querer abandonar definitivamente el concepto eurocentrista del supuesto invento de Gutenberg.

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