No es la primera vez que hablamos de colores y de su creación. Si bien algunos fueron fáciles de obtener, otros eran caros, como el púrpura de Tiro, y algunos fueron directamente creados, como el magenta. Pero si el color fue inventado, el origen del nombre magenta tiene que ver con una batalla.
La fucsina fue descubierta por dos personas casi a la vez, y de manera independiente. Fueron los químicos August Wilhelm von Hofmann y François-Emmanuel Verguin, que, como podrían suponer por sus nombres, eran alemán y francés.
El francés había nacido en Lyon y ahí comenzó a comercializarse el nuevo colorante textil. La empresa comercializadora fue la que decidió llamarlo fucsina, precisamente porque tenía un tono parecido al de la planta fucsia. Por cierto, también se utilizó en algunos vinos, con poca fortuna porque este colorante es tóxico.
Esto ocurrió en 1859 y el 4 de junio de ese año los franceses y los austriacos se enfrentaron en una batalla en la región de Lombardía, durante la Segunda Guerra de Independencia italiana. Napoleón III ayudaba a los piamonteses buscando la expulsión de los austriacos del norte de Italia. A unos 19 kilómetros al oeste de Milán tuvo lugar el enfrentamiento.
Los austriacos habían tomado posiciones defensivas a la espera de que los piamonteses, con el importante refuerzo francés, fueran contra ellos. Lo cierto es que el peso de la batalla del bando aliado lo tuvieron los franceses. El terreno, lleno de canales, ríos y huertos, imposibilitaba las grandes maniobras, cargas de caballería o despliegues, por lo que fue cuestión de escaramuzas y cuerpo a cuerpo.
Al final, los franceses ganaron el pulso y si bien no fue una gran victoria, sí influyó en que la guerra se inclinara del lado francoitaliano.
La fase definitiva de la batalla tuvo lugar en la localidad de Magenta, que tuvo que ser tomada casi calle a calle por los franceses, antes de que los austriacos tomaran la decisión de retirarse. La batalla de la que hablamos, por cierto, se conoce como Batalla de Magenta.
Cuatro días más tarde, Napoleón III y el rey piamontés Víctor Manuel hicieron una entrada triunfal en Milán. Después de aquella victoria, otras ciudades del norte de Italia se levantaron contra los austriacos. Patrice de Mac Mahon, el comandante de los franceses, fue nombrado después de aquello duque de Magenta y unos años más tarde llegaría a ser presidente de la República francesa.
Puestos a honrar el éxito en la batalla de Magenta, un bulevar parisino tomó el nombre de la localidad donde había tenido lugar. Y no sólo eso, sino que se decidió cambiarle también el nombre de la fucsina, y así el colorante comenzó a denominarse magenta y así nació el nombre de este color.
Se dice que el nombre del color magenta conmemora la sangre derramada en la batalla. Así lo dice la RAE. Y es cierto que en la batalla, como era de esperar, se derramó sangre, pero ya hemos comentado que no fue una batalla especialmente horrible, así que yo veo más probable que fuera para una cosa de los franceses para recordar la victoria, más que por la sangre.
Un mundo curioso el de los colores, del que ya hemos hablado más veces. Por ejemplo, sobre el azul y la orina de los borrachos o del azul Tiffany’s, que es el color exclusivo de la joyería desde hace 145 años.
En el capítulo 15 de la quinta temporada de Los Simpson, Homer va al espacio.…
William Phelps Eno nació en 1858, tres décadas antes de que se realizara el primer…
Hay un tipo de libros que no solo se leen, sino que también se miran.…
En la primavera de 1945, cuando el nazismo boqueaba y los aliados avanzaban por territorio…
Julián Romero de Ibarrola nació en un pueblo de Cuenca llamado Torrejoncillo del Rey, en…
Hoy les voy a hablar de un libro al que yo mismo podría haber aportado…
Ver comentarios
Menos mal que no lo inventaron en 1916...
-¿De qué color pintamos el salón?
Las paredes de blanco y el techo de octava batalla del Isonzo.
-)
Ja, ja, ja; o la Novena; o ya en 1917, la Décima, o la Undécima o la Duodécima.
Pues Isonzo tampoco suena mal, a azul eléctrico me suena.