La música puede ser algo maravilloso. Una de las mejores cosas que ha creado en ser humano, sin duda alguna. Pero en algunas ocasiones la música puede ser una tortura. En la mayoría de los casos lo decimos metafóricamente, cuando escuchamos algo que no nos gusta. Pero en unas pocas ocasiones la música se ha usado como tortura real. En los últimos años son muy conocidos los casos en los que lo ha hecho Estados Unidos. También EEUU torturó al dictador Noriega poniendo música de Rick Astley, entre otros, mientras este estaba asediado en la embajada del Vaticano.
A mediados de diciembre de 1989 los estadounidenses invadieron Panamá. La operación, cuyo nombre en clave Causa Justa, no duró más que unos días y el dictador militar, Manuel Noriega, se vio acorralado antes de final de mes. De poco le servía que las Naciones Unidas estuvieran en contra de la invasión, porque estaba acorralado, literalmente. Concretamente en la embajada del Vaticano en Panamá, donde se tuvo que refugiar.
Mientras se preparaba su rendición, las tropas estadounidenses que estaban sitiando la embajada ponían canciones rock a todo volumen. Usando unos potentes altavoces situados en las inmediaciones de la embajada, machacaban los oídos de Noriega, pero también los de todo el resto de personal de la embajada. Lo hacían sintonizando una emisora militar que había cambiado su emisión habitual y a la que los soldados iban enviando peticiones.
Muchas de las canciones tenían un mensaje dirigido directamente contra Noriega, entre irónico, burlón y premonitorio. Por ejemplo Time is on my side, de The Rolling Stones. Es decir, el tiempo está de mi parte. O la magnífica canción de Martha Reeves and the Vandelas titulada Nowhere to run, que podríamos traducir en esta situación por no hay sitio al que huir. O el tema Wanted Dead or Alive, de Bon Jovi. Esto último no necesita traducción, creo.
Tanto la acción como la selección musical están documentados en informes militares estadounidenses. Y no sólo eso, sino que estos informes llegan al punto de detallar parte de la lista de canciones que se emitieron. Toda una lista de reproducción, o playlist, que diríamos ahora, cargada de intenciones. Por cierto, en Spotify está esa lista
La lista es una muy buena recopilación de música, que tiene cosas de Springsteen, Billy Joel, Brenda Lee, David Bowie, Van Halen, Black Sabbath, INXS, Guns N’ Roses, The Animals y muchos más. Muchos de estos temas eran peticiones que hacían los propios soldados buscando ese guiño de burla a la situación de Noriega, tanto por el título como por alguna parte de la letra.
Entre ellas estaba, por cierto, una canción que con el paso del tiempo se ha convertido en todo un mito en Internet: Never gonna give you up, de Rick Astley.
El día 28 de diciembre los negociadores que estaban dentro de la embajada, tanto los de un lado como del otro, se quejaron de esa acción de acoso musical. El presidente Bush (padre) también se unió a la queja y al día siguiente las canciones cesaron.
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