Hemingway escribió tres relatos un día que nevó en Madrid en mayo

Hemingway escribió tres relatos en un solo día que nevó en Madrid en mayo

Escribo esto en mayo y en Madrid, cuando se comienza aquí a pensar no pocas veces en las piscinas, por culpa del calor. Pero estos días ha estado nevando no muy lejos de aquí y esto me ha recordado una cosa que contó el autor estadounidense en una entrevista. Hemingway escribió tres relatos un día que nevó en Madrid en mayo, allá por los años 20, y se suspendió la corrida de toros.

Hemingway escribió tres relatos un día que nevó en Madrid en mayo y se lo pasó casi entero en su pensión, pasando frío

Hay veces que las cosas salen casi solas. Como cuando Dolly Parton compuso Jolene y I will always love you el mismo día de 1972. Para Hemingway fue aquel día en Madrid. Escribió más de 5.600 palabras en un día, lo que no está nada mal para un autor que producía, según se dice, unas 500 palabras al día de media. Ese día en Madrid escribió unas 11 veces más de lo que solía escribir. Y lo hizo en gran medida porque nevó en Madrid en mayo y seguramente no había mucho que hacer por el frío.

Era el 16 de mayo de 1926 y Hemingway seguramente iba a ir a los toros, pero la corrida se suspendió por una nevada. El estadounidense había nacido en 1899, así que era todavía un joven con toda la carrera por construir. Sin otra cosa que hacer, afiló sus lápices y se puso a escribir. Tras haber intentado en otras ocasiones sacarse de la cabeza la historia de Los asesinos, aquella tarde en Madrid por fin tuvo éxito. Le rondaba la cabeza y lo había intentado anteriormente, pero Los asesinos fue la primera que escribió.

Los asesinos, The killers en su versión original, tiene 2.954 palabras en inglés. Se estima que lo vendió por unos 200 dólares, que son unos 3.500 actuales si actualizamos su valor. Ese relato, como otros muchos del escritor estadounidense, sirvió como fuente para una película. En este caso, para varias, entre ellas, algunas con intérpretes como Burt Lancaster, Ava Gardner, Lee Marvin o Angie Dickinson. Jorge Luis Borges también trabajó sobre este relato de Hemingway para uno propio.

Aquella noche bebió Valdepeñas en la cama, con cierta tristeza

Después se metió en la cama, porque tenía frío, y se puso a escribir Hoy es viernes. Este relato ronda las 1.100 palabras. Tenía seis historias dándole vueltas a la cabeza y ya había escrito dos. Se tomó un descanso, merecido. Salió a tomar un café al Fornos, donde iban los viejos toreros, y luego volvió a la pensión a escribir. Entonces se puso a crear Diez indios, que fueron 1.589 palabras.

Tras escribir estas tres historias, según contó él mismo en una entrevista para The Paris Review, se puso muy triste, se tomó un brandy y se acostó. Uno de los camareros de la pensión le subió la cena, que fue bacalao, un filete con patatas y una botella de Valdepeñas. Tanto escribir le había hecho saltarse alguna comida y la dueña de la pensión se preocupó por él. Cenó en la cama y el camarero le preguntó si iba a escribir toda la noche. Al parecer, la dueña del lugar, la pensión Aguilar, también se preocupaba por que escribiera.

Pero Hemingway estaba cansado y pidió al camarero que lo dejara en paz y se quedó sólo bebiendo su Valdepeñas en la cama. En cualquier caso, aquel día no sólo le llevó a crear uno de sus relatos más reconocidos, Los asesinos, sino que él mismo recordaría durante mucho tiempo la energía que lo saturó aquella jornada.

Las tres historias de aquel día de mayo fueron publicadas juntas en su libro Hombres sin mujeres, en 1927, aunque ya había salido en revistas. Los tres los puede uno encontrar sin problemas.

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