La Ley Seca, como gran experimento social que fue, está lleno de personajes y de situaciones abracadabrantes. Por ejemplo, la ley establecía que los veterinarios podían recetar cerveza a sus pacientes, como ya vimos. Un experimento lleno de relaciones extrañas entre grupos de interés que buscaban el mismo final, a veces por motivos y por métodos distintos, como bien se cuenta en el libro El último trago, de Daniel Okrent. Y en ese jaleo de gente y cosas está Carry Nation, la señora que destrozaba bares con un hacha para protestar contra la bebida antes de la Ley Seca.
Carry Nation, la señora que destrozaba bares con un hacha para protestar contra la bebida, se hizo muy famosa y fue un personaje destacado del movimiento por la templanza
Carry Nation fue una dama que se hizo muy famosa durante los años en los que se buscaba la prohibición de la bebida en Estados Unidos. Aunque la verán citada también como Carrie Nation, en realidad se llamaba Caroline, pero se la conoce como Carry. Ella luchó por la implantación de la Ley Seca y fue muy vehemente contra el consumo de alcohol. De hecho, decir que fue vehemente es quedarse corto.
Nacida en 1846, esta mujerona de 1,82 metros de alto y casi 80 kilos se casó en 1867 con un hombre al que le gustaba beber y del que Carry tuvo que apartarse primero y verlo morir después, precisamente por esa afición a la bebida. Carry se volvió a casar pasados unos años, eso sí, pero probablemente su fijación contra la bebida ya estaba ahí por lo que pasó con su primer matrimonio.
Y no le faltaba razón, porque el alcoholismo ha destrozado muchísimas vidas y muchos matrimonios. Lo que es llamativo es el método de protesta de la señora Nation. Se unió a las mujeres que abogaban por la templanza, que era una forma de llamar en aquel tiempo a la lucha contra la bebida y a favor de una ley que prohibiera el alcohol. Sin ir más lejos, el fundador de Coca-Cola, que era abstemio y favorable a la Ley Seca, lanzó una campaña comercial con la frase La gran bebida nacional de la templanza poniendo su bebida como sustituto de la cerveza.
La señora Nation entraba en los bares con un hacha y los destrozaba
La forma de protestar de la señora Nation y sus amigas fue subiendo de tono. Primero las damas anti-alcohol comenzaron haciendo pacíficas protestas ante los bares, para ir poco a poco increpando a sus propietarios y a los camareros. Pero aquello no tenía los resultados deseados y nuestra protagonista dio un paso más.
Cogió una pequeña hacha y pasando tras la barra, comenzó a destrozar la botellas y todo lo que encontraba a su paso. Si lo hubiera hecho una vez, no habría pasado de anécdota, pero lo cierto es que lo tomó por costumbre. Y como tenía repercusión, continuó con su protesta hacha en mano. Rompía los espejos, los grifos, los tubos por los que pasaba la cerveza… Era una mujer muy religiosa y dijo de sí misma que era un bulldog que corretea a los pies de Jesús y ladra a todo aquello que a Él le desagrada. Es decir, para ella sus acciones estaba plenamente justificadas.
Fue arrestada más de 32 veces por este tipo de actos y no pocas veces fue multada e incluso encarcelada. Por ejemplo, en Texas le pusieron 500 dólares de multa, unos 16.000 dólares actuales, que no pagó tras comprometerse a no volver al lugar. Al final no se sabe muy bien cuánta gente la iba a ver y escuchaba sus charlas por convencimiento, y cuánta por el espectáculo que daba. Eso sí, supongo que los propietarios de los bares no eran muy partidarios de verla entrar. De hecho en algunos bares se podía leer un eslogan que era un juego de palabras: Todas las naciones son bienvenidas, salvo Carry (all nations are welcome, but Carry).
Murió en 1911, unos cuantos años antes de que la Ley Seca entrada en vigor. Se fue sin poder ver conseguido el objetivo por el que tanto lucharon ella y su hacha.