El 9 de febrero de 2015 el Tesoro británico publicó un Tweet sorprendente que unía Twitter y el siglo XXI con la esclavitud y el siglo XIX. Ese hilo de unión era en realidad una suma astronómica de dinero que los británicos han pagado durante 180 años por liberar esclavos. Casi dos siglos para saldar vía impuestos la deuda contraída para poder pagar a los propietarios de esclavos por liberarlos.
En 1833 el Imperio Británico abolió la esclavitud en gran parte de su territorio, aunque llevaba un par de décadas legislando contra la esclavitud. Para ello, hizo algo que nos recuerda a la épica de algunas películas. De alguna forma compró la libertad de todos los esclavos del imperio. En realidad, indemnizó a sus propietarios, pero la idea es similar. Eso sí, ni un penique fue a manos de los esclavos. Estos, aunque suene duro y extraño, tenían un dueño y aquella decisión del gobierno iba contra la propiedad privada de alguien. Por lo tanto, al final tuvieron que pagar a los dueños de esclavos una compensación.
Dos años después de abolir la esclavitud, el gobierno habló con los banqueros Nathan Rothschild, el banquero que ganó un millón con una paloma, y su cuñado, Moses Montefiore, y les pidió un préstamo descomunal para poder afrontar aquel pago. Tan descomunal que equivalía al 40% del presupuesto anual del país. Fueron 20 millones de libras de 1835. Primero solicitó 15 millones, pero tuvo que acabar añadiendo otros 5 millones a la factura.
Esto nos da una idea del enorme negocio que suponía la esclavitud en el Imperio Británico. Y, por supuesto, también en otros países. El número de esclavos rondaba los 800.000. Todo ese dinero fue a parar a las manos de los propietarios. Los esclavos quedaban libres y pobres, mientras que sus antiguos dueños se hacían inmensamente ricos. Tan ricos que los británicos han estado pagando a los banqueros por aquel préstamo hasta 2015.
Todo esto levantó un revuelo importante cuando el Tesoro lo hizo público en Twitter. El mensaje en cuestión decía que en 2015 se saldaba la deuda contraída con los propietarios de esclavos y que los ciudadanos británicos habían estado pagando con sus impuestos la compra de la libertad de los esclavos durante casi 2 siglos. El mensaje generó todo un escándalo, tenía inexactitudes y fue eliminado.
Según parece, era complicado pedir compensación al gobierno en aquel siglo XIX por cosas que no fueran edificios o tierras. El ganado, las herramientas y las cosas así, no estaban tan protegidas. Pero los propietarios de los esclavos consiguieron que se aceptaran sus argumentos, que asociaban a los esclavos de un modo u otro al terreno que trabajaban. Y de ahí consiguieron el pago.
Como sospecharán, dueños de esclavos había muchos y con diferentes número de ellos. De hecho, unas 46.000 personas presentaron la demanda para ser indemnizados. Pero aún así el 50% de la inmensa cantidad pagada se la llevó el 6% de los propietarios. Y, como era de esperar, algunos de aquellos ricos eran la élite política y social británica, y algunos de sus descendientes lo siguen siendo. Sin ir más lejos, aunque de manera remota, David Cameron, el que fue Primer Ministro británico, es uno de esos cuya familia recibió dinero.
Si les interesa bucear en esto última, en esta base de datos del Centre for the Study of the Legacies of Bristish Slavery pueden buscar nombres.
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