Los norteamericanos están planeando volver a la Luna y a finales de este año lanzarán la nave Orión dentro del proyecto Artemis, sin tripulación, que si bien no llegará a alunizar, es un paso. No obstante, sí llevará dentro un maniquí para hacer determinadas pruebas. Este maniquí llevará el nombre de comandante Moonkin Campos. El Moonkin proviene de la fusión de Moon (Luna) y manikin (maniquí), pero nos interesa hoy la otra palabra, Campos. Se debe a un personaje clave en la historia del Apolo 13 y podríamos decir que Arturo Campos vuelve a la Luna gracias al Apolo 13.
Poner el Campos en el nombre del Moonkin, de ese maniquí, es el resultado de una votación que lanzó la NASA hace unos meses. Campos fue un ingeniero de familia mexicana, nacido en Laredo, Texas, en 1943 y su aportación a la historia espacial tuvo su momento culminante el 13 de abril de 1970. Fue entonces cuando llegó desde el espacio el famoso Houston, tenemos un problema.
En realidad, y antes de seguir con Campos, aclaremos que las palabras exactas no fueron esas. Lo que dijo el astronauta Jack Swigert fue: Houston, we’ve had a problem here. Es decir, Houston, hemos tenido un problema aquí. Un pequeño matiz, pero hay que tenerlo en cuenta.
La cuestión es que un rato después de que se pronunciara esta famosa frase llamaron por teléfono a Arturo Campos, que estaba durmiendo en su casa. Sus compañeros en la NASA le dijeron que algo iba mal y que lo necesitaban en la base. Al llegar le informaron de que un tanque de oxígeno en el Apolo 13 se había perforado y que había problemas en la nave con la energía, la luz y el agua. El objetivo inicial de la misión, que era posarse sobre la Luna, se cambió al momento por uno más acuciante, traer de vuelta a la Tierra a los tres astronautas del Apolo.
Se había pensado un plan para casos similares, pero nadie esperaba tener que usarlo. Campos había sido parte esencial en su creación que, a grandes rasgos, lo que hacía era derivar energía eléctrica de unas partes de la nave a otras. Si esto funcionaba, los astronautas volverían vivos. Si no, sería otro fracaso en la carrera espacial de Estados Unidos. De hecho, aquel problema era ya un fracaso. No olvidemos que hubo un momento en que los soviéticos bromearon con ayudar a EEUU en su carrera espacial.
Campos tuvo que hacer modificaciones sobre la marcha en el plan y emplearse a fondo guiando a los astronautas para que todo fuera bien. La nave estaba a 320.000 kilómetros de la Tierra, por lo que la situación era complicada. Según la propia NASA, hacer lo que hizo Campos requería un conocimiento técnico muy profundo y no era sencillo. A esto hay que sumarle la tensión de saber que todo el mundo estaba mirando y que en sus manos había 3 vidas, un montón de millones y casi el prestigio de un país. No es poco.
Por supuesto, el plan funcionó y el Apolo 13 fue capaz de volver a la Tierra con sus tripulantes a salvo. Al final la energía del modulo lunar, que ya no haría falta, se derivó al modulo de control de la nave gracias a lo que Campos iba pensando y explicando desde la base. Por cierto, personalizamos en Campos esta historia pero con él había otras personas, como es natural. Un equipo.
Ahora que su nombre ha ganado el concurso para que un maniquí lo lleve hasta (cerca de) la Luna, podríamos decir que su historia en realidad tiene que ver con volver de la Luna. Es más, Arturo Campos vuelve a la Luna gracias al Apolo 13, al que trajo de vuelta de allí.
Fuente de la foto: NASA
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