| (Construcciones contra la regalía de aposento) |
Aunque la tradición de la que voy a hablarles hoy es de origen medieval, duró siglos. En la Edad Media la regalía de aposento no era otra cosa que la obligación de ceder la mitad la casa de uno para que se alojaran allí los hombres que acompañaban a la Corte cuando esta se desplazaba de un sitio a otro.
En la época de Felipe II esta tradición continuaba vigente, aunque cambió el nombre de regalía a carga. En esta época había que sumar a los nobles los altos funcionarios que servían al rey. En 1561 Madrid fue designada capital y por lo tanto la Corte se acomodó en sus calles. Al parecer parte de los madrileños habían puesto de manifiesto su disposición a hacer sacrificios como contrapartida de los beneficios que les reportaría ser la sede de la Corte. Entre esos sacrificios se contaba la carga de aposento. Pero ya saben ustedes que las cosas se dicen mejor que se hacen, habitualmente.
Las casas que fueran divisibles debían ceder parte de su espacio, hasta la mitad si era posible, para alojar a algunos nobles y a los muchos funcionarios asociados con la Corte. Con el paso del tiempo los madrileños fueron perdiéndole el gusto a meter a extraños en su casa y acabaron por darle sentido a aquello de hecha la ley, hecha la trampa.
Las normas de la carga de aposento determinaban que si la vivienda no se podía dividir, no era válida para la carga. Aún quedaba un mínimo de intimidad a proteger. Esta regla se convirtió en la base para escapar de la ley y así comenzaron a construirse las casas de manera que no fueran divisibles. Es decir, se construían y diseñaban las casas pensando en la regalía de aposentos, en cómo evitarla. Estas casas se denominaban casas a la malicia, por lo oscuro de sus intenciones. Esto causó, por ejemplo, que durante aquel tiempo se construyeran pocas casas en Madrid de dos pisos, porque lógicamente dos pisos convertían una vivienda en claramente divisible.
William Phelps Eno nació en 1858, tres décadas antes de que se realizara el primer…
Hay un tipo de libros que no solo se leen, sino que también se miran.…
En la primavera de 1945, cuando el nazismo boqueaba y los aliados avanzaban por territorio…
Julián Romero de Ibarrola nació en un pueblo de Cuenca llamado Torrejoncillo del Rey, en…
Hoy les voy a hablar de un libro al que yo mismo podría haber aportado…
Son de sobra conocidos los problemas para ver el que quizá sea el cuadro más…
Ver comentarios
Bonita curistoria. Muchas gracias por compartirla.
Gracias a ti por comentar.