Hoy les voy a hablar de un libro al que yo mismo podría haber aportado algo de contenido. Se trata de La hambruna española, de Miguel Ángel del Arco Blanco (enlace afiliado), y profundiza en la terrible falta de alimentos en los años posteriores a la Guerra Civil Española. El texto aporta muchos ejemplos de situaciones y personas concretas, para ilustrar lo que va contando y ahí es donde decía que podría haber aportado algo. Y como yo, muchos otros españoles que han oído en sus casas historias sobre el hambre de aquellos primeros años 40.
Los factores que desencadenaron la lamentable situación fueron varios, como era de esperar. Las consecuencias directas de la guerra, la muerte de muchos hombres, su exilio, la represión… pero también la corrupción de los que tenían el poder a todos los niveles, las políticas o la autarquía que con cerrazón mantuvo el primer franquismo.
La época del hambre generalizada, como define la RAE una hambruna, van de 1939, cuando acaba la guerra, a 1942. A estos se les añade 1946, cuando la carestía volvió a aparecer, debido a la unión de nuevos factores, como fue la sequía. No quiere esto decir que el resto de esa década de los 40 no fuera un problema hacerse con comida, pero al menos no fue el demonio de los años anteriores. Se estima que entre 1939 y 1942 murieron unas doscientas mil personas a causa de la falta de alimentos. Por supuesto, otras muchas mantenían unas condiciones de vida lamentables.
El autor, Miguel Ángel del Arco, trata el tema desde todos los puntos de vista. Cómo influyó la política y en la política, cómo se conseguían alimentos, qué alimentos, cómo se distribuían, la importancia de hacerse con un poco de pan, que no dejaba lugar para otras cuestiones y que llevó a muchos a delinquir en mayor o menor medida, del Auxilio Social, los presos…
Un trabajo profundo sobre un tema que, como comentaba, incluso los que nacimos varias décadas después hemos oído narrar. Tan profunda fue la huella que dejó en las generaciones anteriores que, durante el resto de sus vidas, aquellas historias y aquella carestía han estado presentes.
Tenemos muchos ejemplos con nombre y apellido de lo que se va contando como una línea general, con la intención de darle cuerpo y realidad a esa explicación. Y aquí hay ocasiones en las que ese caso concreto consigue más bien lo contrario, difuminar la magnitud del problema, porque parece algo que le ocurrió a una persona concreta de Jaén, pongamos por caso.
Es una lectura muy interesante para cualquiera, interesado o no en la historia, porque no es únicamente nuestra historia, es también algo que ha marcado cómo vivimos y cómo vivieron aquellos con los que hemos convivido.
El autor es catedrático en la Universidad de Granada, donde dirige el Departamento de Historia Contemporánea. Es un hombre de academia, que ha publicado y estudiado la época y el problema a fondo. A partir de ahí, es de agradecer que haya escrito una obra destinada a otro público, pero con los pilares enterrados en ese trabajo académico. La editorial es Crítica.
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