Ya saben aquello del santo y seña para controlar el paso por un determinado punto o para verificar el permiso de acceso de una determinada persona. Estos controles son muy comunes en los conflictos y, como el enemigo siempre está al acecho, en muchos casos las palabras escogidas tienen una pequeña vuelta de tuerca.
De todos es sabido que debido a la lengua materna, básicamente, unos tenemos más fácil pronunciar unas palabras que aquellos cuyo idioma es otro. Por ejemplo, en España la letra r, muy sonora en muchas palabras, es un problema para muchos extranjeros. Así, los australianos que combatieron en el Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, usaron durante algún tiempo la palabra «Woolloomooloo», que es el nombre de un suburbio de Sydney, para poder acercarse a los puntos de control. Si no se decía la palabra bien, con la debida pronunciación, el puesto sospechaba de aquel que se acercaba y se ponía en alerta.
Durante la batalla de Normandía, en 1944, los estadounidenses utilizaron «welcome» como contraseña, que como sabrán significa bienvenido, por lo que es una palabra muy adecuada en cualquier caso. Pero, además, los alemanes no tienen facilidad para pronunciarla, ya que en su boca suele sonar más bien como «velcome«. Siguiendo con la lista, los finlandeses usaron «Höyryjyrä«, que al parecer se le atragantaba, casi literalmente, sospecho, a los rusos.
También las tropas israelíes han usado este truco, utilizando como contraseña palabras que contenían el sonido «p», que según parece es complicado de pronunciar para aquellos cuya lengua materna es el árabe.
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Setze jutges d'un jutgat menjen fetge d'un penjat.
jutjat , je je
Hecho curioso. En la historia de Israel tambien se utilizó este tipo de santo y seña. En la Biblia en el libro de Jueces (si mal no recuerdo) se relata una batalla entre tribus. Uno de los bandos se tomó los vados del Jordán (la unica via de escape para los contrarios) y al que pasaba le decia. "Di Sibolet" y los enemigos decia "Schibolet" y los rajaban ahí mismo.
Gracias por los comentarios.
Durante la Guerra de Independencia había soldados franceses que llevaban tanto tiempo en España que hablaban un español casi perfecto. Tras la toma de cierta localidad de Aragón por las tropas españolas, existía la sospecha de que había no pocos franceses que se hacía pasar por lugareños aprovechando que había bastantes personas desplazadas que no pertenecían a la localidad. Así que para separar la paja del trigo hicieron pasar a toda la población por un "comité" que le exigía pronunciar la palabra cerrojo, un imposible para un francés por mucho tiempo que llevara en España. Ni que decir tiene que quien dijera "zegoho" era liquidado sin contemplaciones. ¡Como para ser gangoso!
¡Qué bueno! Gracias por el comentario :)
Saludos.
Como siempre, sumamente interesante y curioso. Incluso personas con la misma lengua tenemos diferente pronunciación. Por ejemplo: Ustedes los españoles y nosotros los mexicanos o americanos en general. Para muestra, ustedes pronuncian marcadamente la "z" y nosotros pronunciamos la "s" y la "z" como una misma letra.
Felicidades por el trabajo. Debes ser alguien muy culto para poder tener tantos temas para contar. Podría preguntar en que fuente te basaste para este artículo, pero seguramente todos los días estaría preguntando lo mismo. Mejor me limito a disfrutar cada día estas historias que luego cuento a mis amigos. Recibe un caluroso saludo!