El ojo de Millán Astray
Amigos, antes de nada pedirles disculpas por estos días de ausencia en la publicación de entradas en Curistoria. Una dolencia sin transcendencia nos ha afectado en casa; algunos hemos estado recluidos en cama y algún infante hasta ha tenido que ser ingresado. Lo dicho, sin trascendencia real, pero no he podido cumplir con ustedes, mis disculpas otra vez. Dicho esto, volvamos “al turrón”. Ya conocerán ustedes el semblante del General José Millán Astray, y si