Cómo darle unos palos a un Rey
Felipe IV, amigo de sus amigos y amante de las mujeres de sus amigos en ocasiones, planeó la forma de poder tener un ratito a solas con la duquesa de Alburquerque, una mujer muy hermosa. El plan consistía en organizar una partida de cartas en la que el duque de Alburquerque estuviera a la mesa. A mitad de la partida, el Rey se ausentaría fingiendo que asuntos urgentes requerían su intervención. Todo se organizó de