Cuando el mundo era analógico, unos tipos descubrieron cómo hacer gratis llamadas internacionales o de larga distancia. En Estados Unidos las llamadas locales eran gratuitas y haciendo pasar las de larga distancia como locales, el precio era cero. Lo hacían usando lo que se conoce como blue box. Con este método Steve Jobs y Wozniak llamaron al papa haciéndose pasar por Kissinger.
Hoy en día el mundo es digital y este tipo de trucos ya no funcionan. Pero hace unas décadas, los sistemas de telefonía se basaban en tonos de una terminada frecuencia, que utilizaban como señales para funcionar. Emular esos tonos usando una blue box engañaba al sistema de control de la red. Y esto es lo que hacían los phreakers, que es como se llamaba a estos hackers telefónicos. para conseguir llamadas gratis o acceder a servicios restringidos. Si recuerdan cómo sonaban los módem hace años cuando uno se conectaba a Internet, comprenderán mejor de qué hablamos.
Steve Jobs y Wozniak llamaron al papa haciéndose pasar por Kissinger usando una blue box, y en el Vaticano se lo creyeron
Dos de los aficionados a estas blue box eran Steve Wozniak, el cofundador de Apple, y Steve Jobs. Por cierto, ellos dos crearon Apple junto con Ron Wayne, sin bien este último abandonó la empresa a los pocos días. Pero ahí estuvo al comienzo y el primer logotipo de Apple fue creación suya. Recuerden que no es cierto que no es cierto que la manzana de Apple sea un homenaje a Alan Turing.
Jobs y Wozniak crearon su blue box e hicieron algunas llamadas, aunque el uso de este tipo de aparatos era ilegal, lógicamente. Esto está contado por Jobs y Wozniak en distintos vídeos y entrevistas. La foto de arriba es de la blue box de Wozniak, que está en el Museo de la Historia de la Computación, en California.
En una ocasión, cuando eran poco más que unos jóvenes locos por la tecnología, Wozniak y Jobs cogieron su blue box y llamaron al Vaticano. Cuando descolgaron al otro lado del Atlántico, en ese país que está contenido entero dentro de Roma, se hicieron pasar por Henry Kissinger. Incluso imitaron su acento. Querían hablar con el papa.
Esto debía ser en torno a 1975 y por esas fechas Kissinger era el secretario de Estado de Estados Unidos. Lo fue entre septiembre de 1973 y enero de 1977. Por lo tanto, era un personaje importante y si quería hablar con el papa, quizás tuviera sus razones. La cuestión es que se tomaron la llamada en serio.
Por supuesto, era una llamada inesperada y algo a deshoras, pero a pesar de ello contestaron desde el Vaticano. El papa, como la mayoría de la gente en Roma, estaba durmiendo. Según contaba Steve Jobs, sus interlocutores comenzaron a sacar de la cama a responsables cada vez más importantes. Y cuando enviaron a alguien a despertar al papa y avisaron de ello al supuesto Kissinger, Jobs y Wozniak explotaron en risas y al otro lado se dieron cuenta de que todo era una broma.
En realidad la Ciudad Vaticana o Estado de la Ciudad del Vaticano, su nombre oficial, no está «contenido entero dentro de Roma»; ya que el Palacio de Castel Gandolfo, que dista unos 34 km de la Urbe; las basílicas mayores de San Juan de Letrán, Santa María la Mayor y San Pablo Extramuros, varios edificios más en la ciudad de Roma: la Cancillería Apostólica, el palacio de San Calixto en el Trastévere, la Curia General de los Jesuitas, la Curia General de los Agustinos junto con el Augustinianum, el Vicariato y el palacio de Propaganda Fide, también integran dicho Estado.