En los primeros años de la década de los 50 del siglo pasado, los Estados Unidos sufrieron el macartismo, la persecución de los comunistas. Cualquiera que fuera o hubiera sido simpatizante comunista, tenía problemas. Incluso bastaba con ser amigo de un comunista. Al señalado se le apartaba de su trabajo, en el mejor de los casos, temiendo que el comunismo se colara por cualquier rendija en la sociedad estadounidense. En esta situación llegó la noticia sobre Frank Oppenheimer, el hermano comunista de Robert.
Frank Oppenheimer, el hermano comunista de Robert, también era físico y había estado en el proyecto Manhattan
Había una lista negra, en la que estaba gente como Dashiell Hammett o Frank Capra. Y estos tan solo eran artistas, pongan entre comillas ese tan solo, porque un artista puede influir muchísimo en la sociedad. Bien, pero, aun así, son tan solo artistas comparados con Robert Oppenheimer, uno de los padres de la bomba atómica y de los máximos responsables del proyecto Manhattan.
Robert Oppenheimer había estado en el núcleo mismo del proyecto nuclear estadounidense, y tengamos en cuenta que en los años 50 ya estaban los dos bloques de la Guerra Fría con las espadas en alto. Por eso cuando se publicó en el Washington Times Herald que su hermano Frank había sido simpatizante de organizaciones comunistas y miembro del Partido Comunista Americano, tembló el gobierno de Estados Unidos y hubo consecuencias.
Frank Oppenheimer, nacido en 1912, era el hermano menor y también era físico nuclear. Había trabajado como investigador en la Universidad de California entre 1940 y 1947, además de ser uno de los muchos que formaron la parte científica del proyecto Manhattan. Siendo su hermano quien era, bien podía uno pensar que en las conversaciones entre ellos se habían comentado todo tipo de detalles sobre las armas nucleares norteamericanas. Por otra parte, tras la guerra, su hermano mayor era uno de los líderes de la Comisión sobre la Energía Atómica.
Frank reconoció su simpatía comunista y aquello redobló las miradas sobre Robert Oppenheimer, al que también se investigaba por lo mismo
El hermano pequeño tuvo que reconocer su pasado afín al comunismo y declaró ante el Comité de Actividades Antiamericanas. Eso hizo que perdiera su trabajo en la universidad, así como todas sus autorizaciones de seguridad que le permitían acceder, supongo, a determinadas informaciones más o menos secretas. Gracias al dinero de la familia compró un racho y se olvidó del mundo científico de manera activa, centrándose en su ganado. Tampoco le estaba permitido viajar al extranjero y trabajar en otros países.
Casi una década después comenzó a dar clases en un instituto local y en 1957 volvió a la universidad, en Colorado. Poco a poco se hizo su sitio en la ciencia, pero no olvidó el tiempo que había dedicado a la educación y trabajó para mejorar los métodos de formación relacionados con la física.
Para Robert Oppenheimer, el hermano mayor, que Frank fuera públicamente comunista era un problema. Ya había sido investigado porque se sospechaba que también era simpatizante comunista y algunas de sus amantes lo eran abiertamente. Al final, como su hermano Frank, Robert perdió sus acreditaciones de seguridad y fue interrogado ferozmente. Algunos aspectos de su vida privada fueron hechos públicos y fue apartado de cualquier información o decisión relacionada con el gobierno del país.
En ambos casos todo volvió a su cauce y nunca se probó otra cosa que su compromiso con la ciencia y con su país.
Foto: Exploratorium