En marzo de 1990 el presidente Vytautas Landsbergis proclamó la independencia de Lituania de la Unión Soviética. Unas semanas después, tras la represión soviética, se suspendió la independencia. Pero en agosto de 1991 se restauró y fue reconocida internacionalmente. Faltaba menos de un año para los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992 y la situación no era la mejor, pero ahí apareció la relación entre Grateful Dead y la selección lituana de baloncesto.
Grateful Dead y la selección lituana de baloncesto protagonizan una historia de la que se cumplen 30 años en estos días
Los aficionados al baloncesto recordarán a algunos jugadores lituanos de la época, como Arvydas Sabonis o Sarunas Marciulionis. Hasta ese 1991, gran parte de la potente selección de la URSS habían sido lituanos, por lo que el nuevo sería un equipo competitivo en baloncesto. Pero Lituania tenía problemas más acuciantes y no había dinero para organizar la participación en la competición olímpica de 1992 de manera seria. No es sencillo organizar y pagar partidos de preparación, viajes, concentraciones…
Sarunas Marciulionis jugaba entonces en los Golden State Warriors de la NBA. Él y un entrenador asistente de los Warriors hablaron con un periodista del San Francisco Chronicle, George Shrik, y le contaron la precaria situación de la selección lituana. Este escribió sobre ello y el artículo atrajo la atención de Denis MacNally, manager de Grateful Dead, que lo comentó con la banda.
Los Grateful Dead sintieron simpatía por los lituanos y se rascaron el bolsillo. Enviaron un jugoso cheque a la selección de Sabonis y Marciulionis para ayudar a que pagaran los viajes y parte de los costes necesarios para competir a buen nivel en los Juegos Olímpicos de Barcelona de 1992.
Además de esto, encargaron unas cuantas camisetas de estilo psicodélico usando los colores de la bandera de Lituania como base. Y para acabar de rematar este abracadabrante diseño nunca visto en el mundo del deporte olímpico, las camisetas llevaban un esqueleto jugando al baloncesto.
Las camisetas de Grateful Dead y la selección lituana son un diseño ya mítico
Los lituanos hicieron un buen campeonato en Barcelona en 1992, como era de esperar. Pero si desde Estados Unidos les había llegado la ayuda, también desde ese país llegó la condena. En la semifinal se cruzaron con el Dream Team de Jordan, Bird, Magic Johnson y compañía. Insuperables. Los americanos ganaron a los lituanos por 127 a 76. Era de esperar, y casi fue lo mejor, porque dio lugar a un partido por el tercer y cuarto puesto con un importante aliciente.
El tercer y cuarto puesto se jugó entre Lituania y el Equipo Unificado. Con esta denominación, Equipo Unificado, y bajo la bandera olímpica, agrupó el Comité Olímpico Internacional a los equipos de gran parte de las antiguas repúblicas de la Unión Soviética para aquellos juegos de 1992. De alguna forma era un partido entre Lituania y el resto de la URSS. Los lituanos vencieron aquel partido por 4 puntos y consiguieron la medalla de bronce.
En la entrega de medallas los jugadores lituanos se pusieron sus camisetas de los Grateful Dead, psicodélicas y con el esqueleto baloncestista. Por supuesto, el oro fue para los estadounidenses, para el Dream Team.
Precisamente El otro Dream Team es el título de un documental de 2012 que cuenta la historia de la selección lituana en su camino a los Juegos Olímpicos de Barcelona, su participación y todo lo que significó.
Fuente de la imagen NY Times