Hace unos años escribí una entrada titulada Juan Olivert, el pionero de la aviación que apagó el motor. En 1909, este valenciano estaba haciendo pruebas con un primitivo avión y tan pronto como notó que abandonaba el suelo, paró el motor para quedarse seguro en tierra. Vivió para contarlo, cosa que no le sucedió a Thomas Selfridge, el primer hombre en morir en un accidente de avión. Fue un año antes de este primer vuelo real de Olivert.
Thomas Selfridge, el primer hombre en morir en un accidente de avión era un militar estadounidense, aunque él no pilotaba
Bien es cierto que, si todos a lo largo de la historia hubieran hecho lo que hizo Olivert, nunca se hubiera llegado muy lejos en el mundo de la aviación. Por esto hay que agradecer a los pioneros su arrojo y sacrificio. Recuerden que también hubo un primer accidente de tráfico de la historia y unas primeras muertes provocadas por coches. Y tiempo después aquí estamos, atascando las calles.
Selfridge fue un estadounidense nacido en 1882 y que se formó como militar en West Point. Al parecer la idea de volar siempre le había gustado y se interesó por las diferentes formas que había entonces de separar los pies del suelo. Hablamos de cosas como grandes cometas que le permitían volar durante varios minutos. En una ocasión, al menos, estuvo 7 minutos en al aire con una de ellas. Todo esto ocurría dentro de la Asociación de Experimentos Aéreos, de la que era secretario. Esta organización construyó algunos aviones y en ellos hizo sus primeros vuelos Selfridge.
En septiembre de 1908 los hermanos Wright, pioneros máximos de la aviación, hicieron una demostración para militares estadounidenses, y allí estaba Selfridge. Entusiasmado por la aviación como siempre, se las apañó para ser el copiloto en el vuelo. Si bien aquello era un riesgo porque nunca el aparato había volado con dos hombres a bordo, lo que suponía cierto sobrepeso.
Selfridge no era el piloto del avión. Un año después murió el primer piloto de avión, Eugène Lefebvre
Después de un rato volando, la hélice derecha se rompió y eso causó una serie de problemas en el avión: un cable roto, sujeciones sueltas… el resultado fue que el vuelo viró picado hacia el suelo. Orville Wright, el piloto, consiguió planear durante unos metros, pero no puedo evitar el desastre. El vuelo acabó con un choque contra el suelo con el morro del avión y con los dos tripulantes saliendo despedidos por el aire. Selfridge se golpeó la base del cráneo y murió a las pocas horas.
Orville Wright tampoco salió bien parado del encontronazo contra el suelo. Varios huesos rotos y algunas semanas en el hospital. Aún así, se salvó. Escribió a su hermano contando que el accidente ocurrió cuando ya estaba pensando en aterrizar. También contaba que Selfridge, cuando vio la situación lo miró a la cara para ver qué pensaba Wright de la situación. Al final, Selfridge miró al suelo y dijo Oh, oh, en voz baja.
La muerte Selfridge, la primera de un hombre por accidente de avión no fue en balde. Se comentó que se podría haber salvado de haber levado un casco y gracias a eso se dotó a los primeros pilotos del ejército de EE. UU. con ellos. Pero, como hemos visto, Selfridge no era el piloto del avión. El primer piloto en morir en un accidente sería Eugène Lefebvre, francés, que se estrellaría un año después de la muerte de Selfridge. Concretamente el 7 de septiembre de 1909.
La frase textual que refiere a los hermanos Wright como «pioneros máximos de la aviación», hay que tomarla con pinzas; toda vez que ya está hoy reconocido que no fueron ellos los primeros en realizar un auténtico vuelo aéreo.
El aparato usado por los Wright en sus primeras intentonas era en realidad un planeador con motor, ya que era impulsado con una catapulta y, más significativo aún, requería ser lanzado desde una elevación en un planeo descendente.
Hoy en día hay amplia aceptación de que el mérito por elprimer vuelo realmente tal, despegando en elevación por propios medios motorizados con un objeto más pesado que el aire, le corresponde al brasileño Alberto Santos-Dumont; como consta en los registros oficiales de la Federación Aeronáutica Internacional.
Y si lo vemos en términos de precedencia en el tiempo, Santos-Dumont comenzó sus inventos y experiencias aeronáuticas antes que los hermanos Wright.
Efectivamente José Gregorio tienes razón en tu puntualización. Cuando decía pioneros máximos me refería a que son el nombre de referencia en esa labor que fue de muchos y que fue progresiva. Una vez más, fue cierta la idea esa de caminar a hombros de gigantes.
Mil gracias por el comentario y por tomarte la molestia de escribirlo y mejorar la entrada.
Saludos.