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| (Accidente ocurrido en Inglaterra en 1914) |
Ayer ocurrió un hecho histórico, aunque todavía hoy no sepamos calibrarlo muy bien. Me refiero a la muerte de Elaine Herzberg, una mujer de 49 años que fue atropellada por un vehículo autónomo. Estoy convencido de que los vehículos autónomos un día serán la norma, y entonces se recordará este suceso igual que hoy vamos a recordar los primeros accidentes de coche que tuvieron lugar, hace ya más de un siglo. En cualquier caso, esta mujer es la primera atropellada por un vehículo autónomo, pero el primer muerto debido a un coche autónomo fue Joshua Brown, que iba a bordo de un Tesla cuando este se estrelló en mayo de 2016.
En 1771 un prototipo de vehículo autopropulsado a vapor construido por Nicolas-Joseph Cugnot, se estrelló. Como ven, pronto empezamos.
Para hablar del primer muerto en un accidente de tráfico de la historia, deberíamos acordar qué y qué no es un coche, pero seamos generosos con el término. En 1869 Mary Ward cayó del vehículo que habían construido sus primos y que se me movía a vapor. Era un antecedente primario del coche y estaban todavía realizando pruebas con el mismo. Ward, que entonces tenía 42 años, cayó del coche en una curva, yendo a parar debajo de él, que le pasó por encima rompiéndole el cuello y acabando con su vida al instante. Esta mujer irlandesa, que además era naturalista, astrónoma y aficionada al arte, era también escritora y fue la primera persona fallecida en un accidente de un vehículo a motor. Hay algún paralelismo con lo ocurrido con los coches autónomos en estos días, también fue el primer atropellado una mujer hace siglo y medio, aunque en el caso de Ward no fue un atropello al uso, sino que cayó del coche y luego fue atropellada.
En 1896 un coche, impulsado a gas, atropelló a una dama en las calles de Londres, sumando su nombre, Bridget Driscoll, a la lista de mujeres muertas en accidente de tráfico. El conductor no fue castigado por la justicia ya que fue considerado un accidente, algo que hoy es habitual pero que entonces era totalmente excepcional. El juez que instruyó el caso dijo que esperaba que aquellas cosas no volvieran a ocurrir. Ya sabemos que han ocurrido en miles de ocasiones esos tristes accidentes desde entonces y que siguen ocurriendo. Por cierto, hoy también hay voces que dicen que esperan que no haya más accidentes mortales con el coche autónomo. Los habrá, como los hay con los coches conducidos por personas, y eso no evitará que proliferen. Siguiendo con los paralelismos históricos entre la noticia de estos días y esos primeros acontecimientos, ese mismo año, 1896, una ciclista fue mortalmente atropellada por un coche en Nueva York.
Volvemos unos años para atrás, ya que el primer accidente de un automóvil impulsado por la gasolina, algo más parecido a lo que hoy entendemos por coche, ocurrió en 1891 en Ohio. James Lambert era otro pionero inventor de vehículos y viajaba junto con otro James, este apellidado Swoveland, cuando su coche se topó con una gruesa raíz que sobresalía del suelo. Lambert, que conducía, perdió el control del coche, que acabó por estrellarse contra un poste. No hubo muertos, pero aquí tenemos el primer accidente de un coche convencional.
El hombre que tiene el triste honor de ser el primer conductor en fallecer por un accidente de tráfico, fue Henry Lindfield, en 1898 en Inglaterra. Mientras viajaba de Brighton a Londres perdió el control del coche, que acabó cayendo por una colina. Lindfield salió despedido del coche momentos antes de estrellarse contra un árbol, con tan mala suerte que una pierna suya quedó entre el coche y el árbol en el choque y fue destrozada. Su hijo, que viajaba con él y que estaba ileso, corrió a ayudarle. Lindfield fue llevado al hospital, donde le apuntaron la pierna. No se recuperó del golpe y la operación y murió al día siguiente.
Fuente: Mental Flosh / Vaiu
