El 15 de marzo del año 44 a.C., asesinaron a Julio César en Roma. Ese asesinaron de la frase anterior es plural porque fueron unos cuantos hombres los que clavaron el puñal en el cuerpo de César o, al menos, participaron en la conjura. Poco después, el heredero oficial de César, Octaviano, que más tarde sería el emperador Augusto, y Marco Antonio, abrieron una persecución contra los asesinos. Esa historia es la que cuenta este El último asesino, de Peter Stothard.
El último asesino, de Peter Stothard, narra la historia de la persecución de los asesinos de Julio César
Especialmente Octavio se empeñó en perseguir y matar a casi las dos decenas de hombres que se habían destacado en el magnicidio. Es una historia es impresionante, y es mucho más compleja de lo que sería una sencilla venganza. En realidad, lo que se desencadenó fue una guerra civil que se luchó entre romanos, dentro y fuera del territorio con forma de bota. Desde el propio funeral (recuerden la historia del poeta romano al que asesinaron por un error con su nombre) hasta varios años después, la venganza y el enfrentamiento lleno todo.
Hablamos de 14 años en los que el poder, la ventaja y las alianzas fueron basculando de un lado a otro. De años en los que jugadores como Sexto Pompeyo volvieron a la primera fila del poder romano. Sexto Pompeyo era hijo de Pompeyo Magno, aquel que había sido amigo de César y que había perdido al final contra este en la batalla de Farsalia. Así de drásticos eran los cambios y de débiles las alianzas. El que hoy era un apoyo, mañana era un enemigo.
En esta enorme partida esto se plasma una vez tras otra a media que la narración avanza. Alianzas y traiciones nuevas y viejas. Una lucha en tierra y en mar por el poder, que en realidad fue una gran guerra. Por lo tanto, no tiene Peter Stothard que buscar mucho para tener ante sí un grupo de personajes y situaciones apasionantes. La idea inicial ya es digna de una novela: la venganza del sucesor de César para buscar y matar uno a uno a todos los conjurados. Sería digna de una novela, pero estamos hablando de un libro de historia.
Es un libro de historia, pero el relato es magnífico
Es un libro de historia, pero no deja de lado los recursos estilísticos y una forma de narrar que hace que se disfrute mucho de la lectura. Por supuesto, ese tronco central permite al autor traernos muchísimos detalles sobre la política y la vida romana, sus supersticiones, las intenciones de los personajes… Es raro que a cualquier aficionado a la historia no le atraigan determinados momentos clave de nuestra historia, y sin duda esta época y estos hechos son muy atractivos para cualquiera.
Stothard es escritor y periodista, además de crítico, y supongo que esa forma de escribir, cercana y divulgativa, está influida por esa combinación de facetas. Aunque parece un tópico, esta lectura incita a saber más, lo que es muy buena señal. En mi caso, me ha hecho querer volver a ver la serie Roma, y también me ha llevado a Sexto Pompeyo, que, aunque en El último asesino podríamos decir que es un secundario, me parece un personaje histórico magnífico, sobre el que hay que saber más.
Si quieren empezar por algún sitio para conocer o rememorar esos años de Roma que siguieron a la muerte de César y las guerras civiles que vinieron, comiencen por este libro. Lo disfrutarán.