Leyendo estos días el libro de Richard Ovenden titulado Quemar libros, me he enterado de que en el Tratado de Versalles había un artículo que obligaba a los alemanes a dotar una biblioteca que habían destruido. La biblioteca de la Universidad de Lovaina fue quemada por los alemanes en 1914. Tras la guerra, se pedía que la dotaran al mismo nivel que estaba antes de ella. La impresionante extensión del Tratado de Versalles daba para esto y para más.
La impresionante extensión del Tratado de Versalles da para detallar muchas cosas, entre ellas, la dotación de fondos para una biblioteca
Ya el artículo 27 de la Convención de La Haya de 1907, pedía que, en caso de asedio o bombardeo, se respetaran en la medida de lo posible los edificios dedicados al arte, la ciencia, la religión o a los fines benéficos. A pesar de esto, las tropas alemanas incendiaron la biblioteca de Lovaina Fue un escándalo internacional y un hecho tan relevante que tuvo su propio artículo en el Tratado de Versalles.
Entre todas las compensaciones que Alemania estaba obligada a afrontar después de la Primera Guerra Mundial, se contaba con dotar de nuevos fondos a la biblioteca de la Universidad de Lovaina. Era el artículo 247 del tratado:
Alemania se compromete a proporcionar a la Universidad de Lovaina, en tres meses después de una petición hecha por ella y se transmite a través de la intervención de la Comisión de Reparación incunables, manuscritos, libros impresos, mapas y objetos de colección correspondiente en número y valor a las que fueron destruidas en el incendio por parte de Alemania de la biblioteca de Lovaina. Toda la información sobre dicha sustitución se que determine la Comisión de Reparaciones.
El Tratado de Versalles es cuatro veces más largo, por ejemplo, que el acuerdo que puso fin a la guerra de Bosnia
Más allá de este interesante hecho, lo que me llamó la atención cuando lo leí en el libro de Ovenden es que el artículo en cuestión era el 247 del tratado. Nunca me había parado a buscar el texto completo del Tratado de Versalles, hasta ahora. Es una locura de unas 81.000 palabras en su traducción al español. Es decir, sería como un libro de unas 250 páginas, aproximadamente. Son 440 artículos, más anexos. Y eso que el Tratado de Versalles tan sólo fue un armisticio para 20 años.
Para comparar con alguna otra guerra he buscado el texto de los Acuerdos de Dayton. Para no irnos mucho más atrás en el tiempo, donde por lo que he visto (sin ser exhaustivo) parece que los textos eran mucho más cortos. Estos acuerdos, también conocidos como el Protocolo de París, se firmaron en 1995 para poner punto y final a la guerra de Bosnia. Los firmaron Croacia, Yugoslavia y Bosnia-Herzegovina y su longitud es de 21.000 palabras, aproximadamente. Es decir, el Tratado de Versalles es 4 veces más largo que este.
Por lo tanto, no es de extrañar que en el Tratado de Versalles hubiera lugar para todo. Hasta para dejar por escrito la obligación de volver a dotar con fondos una biblioteca. Eso sí, palidece lo firmado en Versalles al lado de Brexit y las 125.000 palabras del acuerdo entre Reino Unido, Irlanda del Norte, la Unión Europea y la Comunidad Europea de la Energía Atómica. En 1918, los 14 puntos del presidente Woodrow Wilson para la paz mundial igual habían bastado.