Mitrojin, el archivero del KGB que destapó a centenares de espías

Mitrojin, el archivero del KGB que destapó a centenares de espías

En 1992, Vasili Mitrojin se presentó en la embajada estadounidense de la capital de Letonia. Ofrecía archivos de la inteligencia rusa y tan bueno era el regalo que no se le creyeron los estadounidenses. Al fin y al cabo estamos hablando de uno de los responsables de los archivos de la KGB. Siempre es recomendable un nivel de sospecha y casi paranoia en cualquier tema relacionado en el espionaje, pero en este caso, el hombre y la información eran ciertas. La CIA dejó pasar la oportunidad y Mitrojin llamó a la puerta del MI6, el servicio secreto británico. Y así fue como Mitrojin, el archivero del KGB que destapó a centenares de espías, pasó a trabajar para los británicos.

Mitrojin, el archivero del KGB que destapó a centenares de espías, llegó a Londres en 1992 y su información fue y es valiosísima

El MI6 actuó más ágilmente y tras las debidas investigaciones dio por bueno a Mitrojin como informador. No sin algunos problemas, el ruso y su familia pudieron llegar a Londres con ayuda de los británicos, así como toda es información.

La cantidad de documentos que el archivero soviético había distraído y ocultado en su propia casa con el paso de los años rondaba las 25.000 páginas. Desde los años 60, el archivero del KGB se había ido desencantado de la Unión Soviética, sus políticas internacionales y su forma de hacer. Bueno conocedor del mundo del espionaje, poco a poco fue preparando su deserción y sumando valor a aquellos que podía ofrecer.

Mitrojin acumulaba más de 35 años de trabajo en el KGB y, de ellos, 12 años había sido el jefe de los archivos relacionados con el espionaje en el exterior. Tuvo tiempo de sobra, por tanto, de copiar a mano y extraer documentos. Habitualmente los sacaba en sus zapatos o incluso en su chaqueta. Los guardaba unos días en su casa y cuando viajaba a su casa de campo, su dacha, los ocultaba allí bajo el suelo. De allí salieron rumbo a Reino Unido.

El FBI declaró que el Archivo Mitrojin, nombre con el que se suele conocer, eran los datos más completos y exactos sobre espionaje recibidos por parte de una fuente. Esto no es de extrañar, porque al fin y al cabo Mitrojin era el archivero del KGB. Si alguien tenía acceso a la información, era él. Ya no eran los momentos más tensos de la Guerra Fría y poco antes la Unión Soviética se había disuelto. Pero aún así aquello era algo impresionante.

Varios años después de que el desertor hubiera dejado Rusia, el gobierno seguía pagándole su pensión porque no se había enterado de la deserción

Tardó unos años hacerse pública la noticia de que una deserción del KGB había proporcionado información muy importante a los británicos. Entre esa información estaba el listado de nombres de cientos de espías rusos que trabajaban en otros países. Los rusos aseguraban que era imposible, que nadie podía acumular tal cantidad de información y que sus agentes conocían tan sólo dos o tres nombres. No contaban con que era el amo del calabozo el que se había cambiado de bando. Tanto es así, que varios años después de que el desertor hubiera dejado Rusia, el gobierno seguía pagándole su pensión porque no se había enterado de la deserción.

La historia completa la contó el propio protagonista en un libro en 1999, junto con Christopher Andrew. Su título es The Sword and the Shield: The Mitrokhin Archive and the Secret History of the KGB (La espada y el escudo: el archivo Mitrojin y la historia secreta del KGB). Entonces se conocieron por todos los nombres de muchos espías. Muchos no eran rusos trabajando en el extranjero, sino que eran italianos, franceses o británicos que traicionaban a su país y daban información al KGB.

Entre estos había algún parlamentario británico, y también estaba Melita Norwood, que había sido colaboradora de la agente Sonya, de la que les hablaba hace poco. También Israel estaba afectado por el espionaje del KGB, y al más alto nivel. Varios oficiales del ejército, entre los que estaba un general de la Junta del Estado Mayor, y hasta un oficial del servicio de contraespionaje del país, informaron a los soviéticos durante los 60 y los 70.

Pero no sólo hablamos de agentes. También estaba el detalle de muchas operaciones del KGB. Por ejemplo, acciones para desinformar en torno a la muerte de Kennedy, para aumentar el conflicto racial en Estados Unidos, para asesinar al presidente yugoslavo Tito, escuchas al MI6, a Kissinger… En definitiva, una información importantísima para conocer el trasfondo de la segunda mitad del siglo XX.

El 20 de enero de 2004 Mitrojin murió en Londres, a los 81 años de edad.

3 comentarios en “Mitrojin, el archivero del KGB que destapó a centenares de espías”

  1. Todo muy raro.
    Se tira 40 años de archivero y cuando tiene 72 años se fuga con 25.000 folios( anda que no ocupan espacio) y la KGB no se entera ni de que ya no está en su despacho, ni de la desercion, ni de la colaboración con la inteligencia inglesa.
    Raaaro, Raaaro.

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