Música

La batalla de Vitoria de Beethoven y nuestro muchacho excelente

Si hace un par de días recordábamos el aniversario de la batalla de Waterloo, hoy le toca a otro hito en la historia napoleónica: la batalla de Vitoria. Otra derrota francesa. Esta, sobre suelo español y en 1813, dos años antes de Waterloo. Fue el 21 de junio de aquel año, por lo que hoy se cumplen, por tanto, 207 años de aquel día. Y por eso vamos a ver la relación entre La batalla de Vitoria de Beethoven y nuestro muchacho excelente.

Las tropas francesas ya estaban moviéndose en retirada, y tanto es así que el propio José I Bonaparte formaba parte del grupo que iba hacia Francia. Aquello no fue el punto final de la Guerra de Independencia, desde un punto de vista formal, pero sí dejó ya tan solo abierto el camino de la derrota para los franceses. La catástrofe para los franceses en Vitoria fue enorme.

Dos aspectos de la batalla son los que quiero contarles hoy. Su relación con la criptografía y con la música de Beethoven. En este último caso, aún hablamos de algo presente en nuestros días.

El 21 de junio de 1813 los franceses dejaron atrás su libro de códigos

Como cuento en mi libro sobre Historia de la Criptografía, la victoria en Vitoria fue decisiva para la guerra de Independencia, pero también puso fin al control de los británicos sobre la Gran Cifra de París, el código usado por Napoleón, al más alto nivel, en la península Ibérica. Aquel 21 de junio 1813 el rey José abandonó su carruaje y huyó del campo batalla montado a caballo, dejando tras de sí sus pertenencias. Entre ellas estaban algunas de las obras de arte que trataba de llevarse de España, como cuatro pinturas enrolladas, y un estuche de cuero donde entre otros documentos personales del rey estaba la copia del código francés. La copia de Sa Majesté Catholique, como ponía el documento, la copia de la Gran Cifra de París.

José Bonaparte avisó del hecho al ministro de la Guerra francés, advirtiéndole de que su copia se había perdido y de que posiblemente estaba en poder de los británicos. Le decía a su vez que lo prudente sería, sin duda alguna, encargar la creación de u nuevo código y dejar de utilizar el anterior. Como era de esperar, el consejo se aceptó y se siguió. Aquellos códigos habían sido leídos sin muchos problemas por los británicos durante la guerra, gracias en gran medida a que la población y guerrilla española capturaban gran cantidad de mensajes.

Beethoven pasó de admirar a Napoleón a celebrar la victoria británica en Vitoria

Otro de los hechos secundarios relacionados con la batalla de Vitoria es una composición de Beethoven que hoy todos conocemos y cantamos, al menos en parte. Beethoven admiró a Napoleón durante mucho tiempo. Tanto es así que dedicó en un primer momento a Napoleón Bonaparte su Sinfonía número 3 en mi bemol mayor, opus 55, conocida como La Heroica. Beethoven admiraba los ideales revolucionarios encarnados en el francés, pero cuando este llevó su poder al extremo y se coronó emperador, el compositor alemán cambió de parecer.

Donde había escrito Bonaparte en la partitura, sólo quedó un tachón y hasta un agujero, en su afán por borrar el rastro. La compuso entre 1802 y en algún momento entre mediados de 1803 y mediados de 1804. Para cuando tuvo lugar la batalla de Vitoria, 1813, Napoleón ya estaba lejos de recibir los favores de Beethoven.

La obra que compuso para celebrar la derrota de los franceses en el norte de España, en Vitoria, en 1813, fue el opus 91, que se conoce como La victoria de Wellington o La batalla de Vitoria. En sus aproximadamente 15 minutos, hay algunos fragmentos que forman parte de nuestra cultura popular. Beethoven tomó algo de la música británica cuando la música habla de ejército de Wellington: la Rule Británica y el God save the queen.

Para referirse en la composición al ejército napoleónico, tomó la melodía del Mambrú se fue a la guerra, que es de origen francés. Ya les conté, hace 10 años, que ese Mambrú que cantamos era en realidad el duque de Malborough. Este es otro detalle del bando que tomó Beethoven. Los ingleses se representan por himnos típicos británicos y un símbolo del país, y para los franceses una canción sin valor simbólico alguno.

La batalla de Vitoria de Beethoven y nuestro muchacho excelente, unen música e historia

Lo curioso es que hay otra canción popular dentro de esta breve composición. Ahí escondida está la melodía que solemos acompañar con la siguiente letra: es un muchacho excelente, es un muchacho excelente… Saltó de esta composición de Beethoven a nuestra cultura popular.

Dicho todo esto, aunque he leído en algún libro sobre Beethoven lo que acabo de contarles sobre el Mambrú se fue a la guerra, lo cierto es que yo escucho la melodía del es un muchacho excelente, es un muchacho excelente… en la composición de Beethoven. La batalla de Vitoria de Beethoven y nuestro muchacho excelente tienen una relación obvia.

Para que juzguen ustedes, les dejó aquí la composición de Beethoven. Comienza con unos tambores y luego entra un cornetín (no sé si es exactamente este instrumento). Entonces suena la melodía británica. Se repite la estructura, tambores y luego corneta, y entonces llega la melodía de la que les he hablado. En torno al minuto 1:50.

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