Estamos aprendiendo todos cosas en torno a los virus debido a la crisis del coronavirus. Una de las cosas sobre las que se ha hablado es cuánto puede sobrevivir el virus en el ambiente. Su tiempo de vida en las superficies, papel, metal, madera… depende del propio material y también de las condiciones del entorno. Por ejemplo, de la temperatura y de la humedad. Uno de los materiales en los que el virus muere antes es el cobre. Y esto se sabe desde hace siglos y siglos. El cobre se usa para prevenir infecciones desde el antiguo Egipto. Los fenicios o los chinos hace 35 siglos, ya sabían que el cobre tenía algo especial.
Mientras que en muchos materiales de los que nos rodeamos las bacterias y los virus pueden vivir varios días, en el cobre desaparecen en horas. Esta capacidad antimicrobiana del cobre se ha aprovechado a lo largo de la historia. Incluso sin saber muy bien lo que sabemos en la actualidad, por supuesto. Por ejemplo, beber y comer en copas y platos de cobre ha ayudado a reducir las infecciones. Y las mujeres lo sabían y las usaban para que sus hijos no tuvieran diarreas.
Egipcios, chinos, fenicios… todo usaron el cobre para prevenir infecciones
El Papiro Edwin Smith, que se llama así por el egiptólogo que compró el manuscrito en 1862, contiene recomendaciones médicas. Explica cómo tratar algunas heridas de guerra, describe las partes del cuerpo, enfermedades, sus síntomas… y en él se habla ya del cobre. Estamos hablando de un documento de hace 3.600 años. Los egipcios usaban este metal para el cuidado de algunas heridas e incluso para potabilizar el agua, al menos en cierta medida. Por entonces también los chinos usaban monedas de cobre en algunos tratamientos médicos.
Hipócrates, en torno al 400 a.C., también recogió los beneficios del cobre en la desinfección de heridas y en el tratamiento del agua. Los fenicios usaban este material para muchas cosas. Entre el 1.200 a.C. y el 539 a.C. el Mediterráneo fue su ámbito de movimiento y comercio. Eran grandes marinos y comerciantes. Según parece, recubrían algunas partes del casco de sus barcos con cobre, lo que evitaba que proliferara allí cualquier tipo de vida y se acabaran enganchando crustáceos. Esto hacía que los barcos fueran más rápidos.
No era este el único uso del cobre que hacían los fenicios. Tomaban virutas de cobre y las ponían sobre las heridas para prevenir enfermedades. No era algo nuevo. El cobre se usa para prevenir infecciones desde el antiguo Egipto y así proteger a los heridos en la guerra.
Más tarde llegaría el momento en que el Leewenhoek observó por el microscopio el mundo que estaba más allá de nuestra capacidad visual y todo cambió. Se comenzaron a comprender cosas que hasta aquel momento tan sólo se conocían.