En unos días, concretamente el 5 de febrero, se cumple un siglo de la huelga de La Canadiense, que bien merece una entrada en el blog por su relevancia histórica, pero además hemos vivido en los últimos días la huelga de los taxistas que ha tenido un impacto relevante en las grandes ciudades y que pone de actualidad estas acciones. La Canadiense, como se la conoce popularmente, era una empresa eléctrica cuyo nombre real era Riesgos y Fuerzas del Ebro. Como decía, el 5 de enero de 1919 sus trabajadores comenzaron una huelga en Barcelona que se alargó durante mes y medio y que acabó extendiéndose a gran parte de la industria dejando a la ciudad parada en gran medida.
Como casi todo lo que alcanza en la historia este nivel de resonancia, no se origina en un hecho concreto, sino que es la consecuencia de la convergencia de diferentes factores. Determinados cambios en la organización de los sindicatos ponían a estos en un nivel de actividad elevado, por lo que el despido de 8 trabajadores de La Canadiense por pedir mejoras salariales llevó a que sus compañeros pidieran su readmisión y agitó el cóctel. Lo que se concedió por parte de la empresa en las negociaciones no se llevó a cabo en la realidad y además hubo represalias contra algunos de los trabajadores que habían protestado. Aquella falta a la palabra dada y la situación sindical encendieron la mecha.
La huelga de La Canadiense se extendió a otras empresas y sectores industriales y pronto la huelga era general. Barcelona quedó congelada durante 44 días y las manifestaciones, junto con algunos enfrentamientos y detenciones, llevaron a los políticos y a los empresarios al límite. No fue especialmente violenta la huelga para lo que se vería en la época, pero aún así hubo cuatro muertos y una bomba.
El gobierno había suspendido las garantías constitucionales en enero de 1919, poco antes de la huelga, en la provincia de Cataluña, lo que denota ya que la situación era tensa en todos los sentidos. Ante el riesgo de que la revuelta sindical se extendiera a otras geografías, acabó cediendo y aprobó, el 3 de abril de 1919, un decreto por el que establecía la jornada de 8 horas y otras mejoras, y tras esto, dimitió el conde de Romanones, presidente del Consejo de Ministros del gobierno español.
Aquel triunfo fue, y sigue siendo, muy importante. Pocos lugares y en muy concretos casos limitaban entonces a 8 horas la jornada laboral. Esta demanda no era nueva, y ya se había incluido en las negociaciones en otras ocasiones, aunque sin éxito. España fue así el primer país en regular por ley la jornada de 8 horas, gracias a esta huelga.
Qué pobre me ha parecido el artículo: se esfuerza en nombrar a la empresa pero se ¿olvida? de mencionar a la CNT, que fue quien realmente hizo que el conflicto pasara a ser una huelga general en Barcelona. Tampoco menciona la brutalidad de las represalias, los centenares (o miles) de presos en Montjiuc, el terrorismo patronal que vino después de este logro, o el hecho de que para conseguir que se aplicara el decreto de Romanones, fuera necesario hacer huelgas en cada sector o empresa.
Gracias Dabbiz por tu comentario. Es posible que la entrada no entre en determinados aspectos, pero el objetivo es el origen de la ley de la jornada de 8 horas y abrir el abanico alarga el texto más allá de lo que me gusta.
Dicho esto, gracias de nuevo por tomarte la molestia de darme tu opinión. La tengo en cuenta para futuras ocasiones, eso seguro.
Un saludo.