Los que nunca olvidarán, los cazadores de nazis que acabaron con Herbert Cukurs

Los que nunca olvidarán, los cazadores de nazis

Herbert Cukurs fue un letón nacido con el siglo XX, en 1900, y que llegó a ser una leyenda en su país, cuando aún era muy joven, por sus hazañas en el mundo de la aviación, que entonces también era muy joven. Viajó de Letonia a Gambia y a Japón, a mediados de los años 30, este último, un viaje de 40.000 kilómetros. Como veremos, un hombre muy conocido y relevante, demasiado como para dejar atrás su pasado nazi. Los que nunca olvidarán, los cazadores de nazis, lo buscaron hasta dar con él.

Fascista y nacionalista, en esos mismos años 30, y a comienzos de los 40, vio cómo Hitler y Stalin se repartían una parte de Europa, primero, y cómo luego los nazis conquistaban territorio hacia el este con gran éxito. En 1941, Cukurs se integró en el Comando Arajs, una organización de extrema derecha creada por el coronel letón Victor Arajs, llegando a ser el segundo hombre de la misma. Su misión era ayudar a los nazis en su labor de persecución y exterminio de los judíos.

20 años después de la Segunda Guerra Mundial, dieron con él

Nos ahorraremos las salvajadas que llevaron a cabo contra los judíos, pero pueden imaginárselas. Cuando acabó la guerra, Cukurs se vio señalado por las que habían sido sus víctimas. Su popularidad en el país antes de los crímenes ayudaba a que todos se acordaran de él. Como otros muchos nazis, tenía un sobrenombre: El verdugo de Riga. También como otros muchos nazis, logró escapar y llegar a Sudamérica.

Se estableció en Brasil y durante dos décadas vivió bien y sin molestias. Otros habían caído, como Eichmann, pero él se consideraba a salvo. Supongo que el paso del tiempo, gota a gota, va llenando el estanque de la tranquilidad y de la confianza, haciendo que los días en los que perseguía y mataba judíos fueran pareciendo algo ya olvidado. Pero en febrero de 1965 se le acabó la suerte.

En aquel mes llegó a Montevideo para reunirse con un empresario austriaco, Anton Kuenzle, con el que había entablado amistad y con el que tenía planes de negocios. Estaban en Uruguay precisamente para visitar una casa que podría servirles de base para sus negocios en el país. Tras entrar en la casa, Kuenzle cerró la puerta dando un portazo y el letón vio entonces a varios hombres en calzoncillos en el salón. Comenzó una desigual pelea que acabó cuando Cukurs recibió un martillazo en la cabeza y dos tiros de gracia.

Como supondrán, aquellos hombres eran cazadores de nazis, y aquella vez habían actuado sin juicio y sin más miramientos. Kuenzle no era tal, sino que se llamaba Yaakov Meidad y ya había formado parte del equipo que capturó a Eichmann en Argentina. Los demás estaban en calzoncillos para no mancharse la ropa y poder huir con facilidad.

Los que nunca olvidarán, los cazadores de nazis, firmaron así la nota que acompañaba al cadáver

El cadáver acabó en el maletero de un coche, con una nota escrita en inglés:

VEREDICTO:
Considerando la gravedad de los crímenes de los que se acusa a Herbert Cukurs, en especial su responsabilidad personal en el asesinato de treinta mil hombres, mujeres y niños, y teniendo en cuenta la terrible crueldad con la que Herbert Cukurs llevó a cabo estos crímenes, condenamos al mencionado Cukurs a muerte.
Fue ejecutado el 23 de febrero de 1965.
Firmado: Los que nunca olvidarán.

Cuando se descubrió el cadáver, la noticia se publicó en medio mundo. Según un libro que escribió el propio Meidad, y que firmó con el apodo de Anton Kuenzle, aquella fue la única ejecución de un criminal de guerra a manos del Mossad. Los que nunca olvidarán, los cazadores de nazis que acabaron con Herbert Cukurs, se habían tomado 20 años para completar su objetivo.

Dicho esto, no está claro que esto sea así, ni están claras las razones por las que se asesinó a Cukurs. Lo que sí es cierto es que era un criminal nazi y que Los que nunca olvidarán, léase el Mossad, usaron su caso para que no se perdieran en el olvido los crímenes contra los judíos ocurridos dos décadas antes y para amedrentar a todos los criminales huidos que se sintieran a salvo, como se sentía Cukurs hasta que vio a los agentes del Mossad en aquella casa en Montevideo.

2 comentarios en “Los que nunca olvidarán, los cazadores de nazis que acabaron con Herbert Cukurs”

  1. No fue en Montevideo donde lo encontraron, fue en Shangrila Canelones,y lo dejaron dentro de un cesto de mimbre con su foto para reconocerlo…aun esta el cesto en el museo policial en Montevideo.doy fe de esto porque mi padre estuvo presente

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