(La hermana Keller, una de las madres de la informática) |
Es ya larga la lista de mujeres que ha pasado por Curistoria desmontando mitos y leyendas. Las primeras conductoras, mujeres que empujaron el desarrollo de la industria automovilística, el mejor pirata de la historia, que fue mujer, Curie… y dentro del ámbito de la informática o de las ciencias de la computación, también hemos visto ya que algunas mujeres tienen su hueco en la historia. La primera persona que programó un ordenador (lo reconozco, es un poco exagerado), Ada Lovelace, o la responsable de que la palabra bug esté en el argot informático. Hoy vuelve a llover sobre mojado y hablamos de una mujer y de informática, pero en este caso para hablar de la primera mujer que recibió el título de doctor en Ciencias de la Computación, que curiosamente fue una monja.
La hermana Mary Kenneth Keller, nacida en 1914, ya a los 26 años se ordenó monja, tras varios años de vida religiosa. Eso no le impidió llevar a cabo sus estudios y licenciarse en matemáticas y física. En los años 60, tiempos todavía incipientes para la informática, Keller trabajó en el desarrollo del lenguaje BASIC, ya que su vida religiosa no la alejó de la universidad, donde llevaba a cabo investigaciones. Hasta aquel momento el laboratorio de informática estaba únicamente habitado por varones, pero ella supo abrirse paso.
En 1965 defendió su tesis doctoral, Inductive Inference on Computer Generated Patterns (Inferencia inductiva de patrones generados por computadora), tras lo que recibió su título de doctor en Ciencias de la Computación por la Universidad de Wisconsin-Madison. Aquello la convirtió, según parece, en la primera mujer en doctorarse en ciencias de la computación, al menos en Estados Unidos, por lo que podríamos nombrarla una de las madres de la informática, que siendo monja, tiene además un doble sentido.
Tras aquel hito, la hermana Keller fundó y dirigió el Departamento de Ciencias de la Computación en Clarke College, y al parecer fue generosa todo ese tiempo con sus conocimientos, tratando de que todo aquel que se le acercaba conociera el potencial de la informática y de la inteligencia artificial, algo por lo que en aquel tiempo aún había que evangelizar y predicar.
Fuente: Mental Floss
Imagen: National Women’s History Museum