Hay sorprendentes imágenes reales de la Segunda Guerra Mundial que nos ayudan a hacernos una idea, y sólo eso, de lo que debió ser verse envuelto en aquellos acontecimientos. Espectaculares imágenes en muchos casos, como las que protagonizan esta entrada.
El 25 de noviembre de 1941, en el Mediterráeno, el submarino alemán U 331, comandando por Hans-Diedrich Freiherr von Tiesenhausen y con una serpiente negra como emblema pintada en su torreta, torpedeaba al HMS Barham al norte de la costa de Egipto. El buque formaba parte de un grupo que tenía como objetivo atacar los convoyes que nutrían al Afrika Korps de Rommel. El HMS Barham comenzó a escorarse rápidamente y en pocos minutos desapareció bajo el agua, pero un momento antes de hundirse una explosión brutal hizo añicos el buque y lanzó enormes trozos de acero al aire.
Las imágenes son espectaculares, pero piensen que 862 vidas humanas se perdieron en ese momento, ya que no hubo tiempo de abandonar el barco ni de ser socorridos en modo alguno.
En la primavera de 1945, cuando el nazismo boqueaba y los aliados avanzaban por territorio…
Julián Romero de Ibarrola nació en un pueblo de Cuenca llamado Torrejoncillo del Rey, en…
Hoy les voy a hablar de un libro al que yo mismo podría haber aportado…
Son de sobra conocidos los problemas para ver el que quizá sea el cuadro más…
La hora del té es una costumbre que asociamos con los británicos. Ese ritual, a…
Doce artistas reconocidos compitieron en los años cuarenta para colocar su obra en una película.…
Ver comentarios
Posteriormente al hundimiento y mientras este aún era secreto, durante una sesión de espiritimos la supuesta medium Helen Duncan desveló a la madre de uno de los marineros del buque, que estaba viendo el espíritu de su hijo, que el barco había sido hundido y su hijo había muerto. La madre hizo gestiones a través de una revista sobre espiritismo y el Almirantazgo tuvo que admitir el hundimiento y la muerte del hijo. Por ello, posteriormente se quiso acusar a Helen Duncan, quien finalmente fue juzgada y condenada en función de la arcaica Ley de Brujería inglesa que databa de 1735. Se dice que Winston Churchill quiso ayudarla y que incluso se entrevistó con ella y le prometió que aboliría esa ley. Efectivamente, Churchill la abolió años después, durante su último mandato, sustituyéndola por otra ley contra mediums fraudulentas (en su momento, Duncan también fue acusada de fraude según esta otra ley). Seguramente Duncan fuese una estafadora que se enterase del hundimiento a través de terceras personas, sin embargo la posible fuga de información se consideró un riesgo inaceptable, sobre todo ante la perspectiva de la próxima invasión de Normandía, por lo que se acusó a la medium y se montó una farsa de jucio totalmente amañado, que fue considerado injusto por todo el mundo.
Graicas por el comentario :)