Las poco disimuladas burlas contra Primo de Rivera

General Miguel Primo de Rivera
(General Miguel Primo de Rivera)

En los años 20 del siglo pasado, durante la dictadura de Primo de Rivera en España, la censura hizo acto de aparición y todos los medios la tenían en cuenta y la temían. A pesar de ello, en 1929, el director de La Nación aprobó la publicación de los versos de una poetisa desconocida, que tenían un mensaje secreto, aunque tan ingenuamente escondido que casi no se puede usar ese apelativo de secreto.

El poema adula de manera casi vergonzosa al general Primo de Rivera, lo que hace aún más divertida la gracia. Que lo publicara La Nación, el periódico financiado y afín al propio dictador, acaba por poner el broche final a esta burla contra la censura y su promotor desde el gobierno, el propio general Primo de Rivera.

Lean el poema, escrito a continuación, si quieren. Pero no dejen de prestar atención a las palabras que se forman en acróstico vertical.

Paladín de la patria redimida,
Recio soldado que pelea y canta,
Ira de Dios, que cuando azota, es santa.
Místico rayo que al matar es vida.
Otra es España a tu virtud rendida;
Ella es feliz bajo tu noble planta,
Sólo el hampón, que en odio se amamanta,
Blasfema ante tu frente esclarecida.
Otro es el mundo ante la España nueva,
Rencores viejos de la edad medieva
Rompió tu lanza, que a los viles trunca.
Ahora en paz tu grey bajo el amado
Chorro de luz de tu inmortal cayado.
¡Oh, pastor santo! ¡No nos dejes nunca!

Fuente: Museo del Ejército, de Juan Antonio Marrero

7 comentarios en “Las poco disimuladas burlas contra Primo de Rivera”

  1. No se tu edad, pero cuando yo era escolar, años 70, la CH era una letra más del abecedario, seguro que en los años 20 también. Por lo que habría que resaltar la h del penúltimo verso (aunque se lee facilmente)

    Saludos

  2. Cidi, tienes razón, ha sido un fallo mío al resaltar las letras, porque hay que tomar la CH para que se lea "el insulto". Gracias por el aviso.

    Por cierto, tengo 38 años :)

  3. Recuerdo que un profesor de Literatura en el colegio nos escribió este poema de memoria en la pizarra y nos dijo que el autor era Valle-Inclán. A saber.

  4. Tal vez el profesor de literatura era yo… El soneto fue, en efecto, atribuido a Valle, aunque había quien pensaba (Camilo José Cela, por ejemplo) que el autor de las Sonatas lo habría hecho mejor. Un abrazo a mi (posible) alumno.

    1. Gracias Javier por el comentario. Si tú reconoces haberlo escrito esto en la pizarra, no creo que haya muchos otros que lo hayan escrito, así que tienes muchas papeletas para ser tú el profesor.

      Saludos.

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