Mary Patten, la primera mujer comandante de un buque mercante, nació en 1837 en Estados Unidos. En 1856, con 19 años, se embarcó junto con su marido, Joshua Patten, en el enorme velero mercante llamado Neptune’s Car. Él era el capitán y el viaje partía de Nueva York para llegar a San Francisco, después de bajar hasta el Cabo de Hornos y volver a subir por el Pacífico. Que la mujer de un capitán acompañara a este en sus viajes era algo poco habitual, pero Mary Patten lo hizo a pesar de todo.
Poco más de una semana después de partir el capitán enfermó de tuberculosis y quedó incapacitado para dirigir la nave. En circunstancias normales su segundo de a bordo le tendría que haber sustituido al mando, pero antes del problema de salud de Patten ya se había mostrado la poca pericia de ese segundo, e incluso se sospechaba que podría estar entorpeciendo el viaje para favorecer a algún competidor. Esto dejó a Mary Patten como la persona más capaz a bordo para tomar el mando, y no tuvo más remedio de ponerse al timón, metafóricamente.
Ese segundo que había sido despreciado primero por el capitán y después por su mujer, trató de promover un motín, abogando por atracar en algún puerto de Sudamérica. Mary Patten sabía que en esa situación perdería la tripulación y el cargamento, y quizás alguna cosa más. Fue capaz de evitar el motín hablando con los marineros y poniéndolos de su lado.
Mary Patten, la primera mujer comandante de un buque mercante, estaba embarazada, cuidó de su marido y aún así completo la travesía
No tenía experiencia formal dirigiendo un barco, como era de esperar, y además estaba embarazada, pero a pesar de todo se hizo con la situación y se convirtió en la primera mujer en capitanear un buque mercante. Lo que había aprendido viendo y escuchando a su marido fue suficiente para dar órdenes y gobernar la nave, consiguiendo completar la ruta hasta San Francisco, a pesar de las tormentas, de los problemas y de la desconfianza de la tripulación.
El viaje duró 136 días y durante ese tiempo Mary también cuidó de su marido enfermo. Cuando el Neptune’s Car llegó a su destino, se conoció la historia y nuestra protagonista obtuvo cierto reconocimiento, pero la sociedad no estaba preparada para un cambio así en el mundo marinero y fue un caso aislado. Más que una pionera fue una excepción.
Tras el viaje nació ese hijo del que estaba embarazada mientras capitaneaba el barco. Se llamó como su padre, aunque no llegó a conocerlo, porque poco después el capitán Patten murió. La pobre Mary no le sobrevivió mucho más tiempo, ya que en marzo de 1861, con 24 años, falleció.
Hablamos de buques mercantes, por cierto, por no dejar de lado a Hsi Kai, un gran pirata, que fue una mujer.
Esta historia es muy parecida a la de la española Isabel Barreto de Castro en el siglo XVI, considerada la primera mujer almirante; la cual ya mencionamos en una entrada anterior de este blog.
Pesado
!mb3c!l
Estoy de acuerdo, un poco !mb… también lo es
Doblemente !mb3c!l; lo de !mb3c!l es contigo, José Antonio.
Por favor, señores.
Gracias por el apunte. Ya hablaste de ella en otro comentario, sí. Y creo que no he escrito una entrada sobre ella, todavía.