John Shepherd-Barron fue la cabeza del equipo que trabajó para instalar en primer cajero automático, o ATM por sus siglas en inglés. Lo pusieron en marcha en Enfield, una localidad cercana a Londres, el 1 de junio de 1967. La entidad detrás del proyecto era Barclays. Según parece, pensó que si había máquinas expendedoras que daban chocolate, quizás se podría hacer que también dieran dinero. Es más, se sabe hasta quién fue el primer cliente que sacó dinero, fue un tipo llamado Reg Varney, que era un actor bastante conocido que vivía en Enfield. En España el primero fue del Banco Popular y estaba en Toledo.
¿Por qué los PIN de los cajeros tienen 4 dígitos? Por la mala memoria de una mujer
Hay que decir que le faltaba muchísimo para llegar al nivel de los cajeros actuales, pero ya entonces tenía el usuario que teclear unos dígitos para identificarse y poder obtener el dinero con seguridad. Pero, ¿Por qué los PIN de los cajeros tienen 4 dígitos? Por la mala memoria de la mujer del inglés.
Shepherd-Barron sabía que cuanto más larga fuera la secuencia de números que el usuario tuviera que introducir, más seguro sería el método de identificación. Igual que hoy nos recomiendan que tengamos claves diferentes para cada web que visitamos y que sean suficientemente largas y complejas. Con números, mayúsculas, caracteres especiales… El inglés pensó en un primer momento en seis dígitos para ese número de identificación, para el PIN, como un buen equilibrio entre seguridad y facilidad para retener esa clave en la memoria. Pero no seguro de ello, le preguntó a su esposa.
Caroline, que así se llamaba la dama, pensó un momento y le comentó a su marido que ella no era capaz de recordar más de cuatro números, haciendo que seis pareciera como tener que recitar el número pi de memoria. Esto hizo dudar a Shepherd-Barron y al final se decidió por usar la versión corta del PIN, la que le aconsejaba su mujer. Y así, hasta hoy.
Hasta cuatro números son mucho a recordar para algunos
Por otra parte, se ha demostrado un método de identificación bastante seguro con tan sólo cuatro dígitos, a pesar de todo. Y digo a pesar de todo por la siguiente imagen, que muestra los PIN más comunes. Ahí se ve que para algunos hasta los cuatro dígitos que puso Caroline de límite se les hacen muchos. Repiten dos números dos veces (la línea diagonal), usan alguna fecha de su vida como clave, o se conforman con tener 2580 como PIN, que es una línea vertical sobre el teclado del cajero. Por no hablar del 1234.
Por cierto, en lugar de usar una tarjeta, un móvil o cualquier otro método de identificación de los actuales, el cajero se activaba con una ficha impregnada en compuesto, que resulta que era radioactivo, aunque no era realmente peligroso para los que lo usaban.
Fuente de la imagen: The independent.