Desde hace unas semanas podemos leer el último libro, hasta ahora, de Gabriel García Márquez. El título es En agosto nos vemos (afiliado), y es una novela póstuma, obviamente. Por otra parte, es una obra inacabada, al menos para el autor, que falleció sin darla por buena ni finalizada. Aun así, se ha publicado, entre otras cosas porque estamos hablando de un premio Nobel. De hecho las ventas parece que va mejor que bien. Y aquí viene lo que quería contarles. Hoy se publica una novela que él no quería que viera la luz, pero poco antes de ganar el Nobel, The New Yorker rechazó un relato de García Márquez.
The New Yorker rechazó un relato de García Márquez unos meses antes de que ganara el Nobel porque según la revista el final no era bueno
La relación del The New Yorker con la literatura es histórica, y son muchos los grandes escritores que han publicado historias en esta revista semanal. También son muchos los que han lanzado su carrera tras tener un hueco ahí. Por eso no es extraño que el autor colombiano colaborara con este medio neoyorquino, ya desde 1974. Más de una decena de escritos unieron al autor y la revista a lo largo de varias décadas.
Por ejemplo, en septiembre de 1976 publicó en The New Yorker un relato titulado El otoño del patriarca, que era un fragmento largo de la novela homónima que más tarde fue un gran éxito. En 1982 le fue otorgado el premio Nobel de Literatura «por sus novelas e historias cortas, en las que lo fantástico y lo real se combinan en un mundo ricamente compuesto de imaginación, lo que refleja la vida y los conflictos de un continente”. Por cierto, es el único colombiano que lo ha ganado hasta este momento.
Entre esas historias cortas de García Márquez que reconocía el Nobel hay una titulada El rastro de tu sangre en la nieve. Un año antes de ganar el Nobel, el premio más popular, y quizás más prestigioso, del mundo de las letras, el colombiano envió ese relato a la revista. Pero los editores decidieron no incluirlo en sus páginas.
Al final el relato acabó publicado en un libro
Esta es la carta de rechazo que le hicieron llegar:
Estimado Sr. García Márquez:
Creo que Carmen Balcells le ha informado de que, a nuestro pesar, hemos decidido no publicar su nuevo relato, EL RASTRO DE SU SANGRE SOBRE LA NIEVE. El relato se caracteriza por la habitual brillantez de su escritura, pero a nuestro modo de ver su resolución no acaba de arrastrar al lector a la aceptación de su atrevido y bello concepto. Ha sido una decisión difícil para nosotros, y le enviamos nuestro pesar y nuestras disculpas.
Esperamos con gran expectación tener el placer de considerar más trabajos suyos en un futuro próximo.
Adjunto una fotocopia de la traducción del Sr. Rabassa.
Hay algunos puntos interesantes a destacar en la carta, más allá del propio hecho del rechazo a un tipo que ganaría el Nobel unos meses después. El primero es que dicen que no lo publican, a su pesar, porque el remate no es ideal, desde su punto de vista. No llega a ser perfecto para el lector. Ponen a este, al lector, por delante del prestigio de publicar a un gran autor o de otras cuestiones.
Por otra parte, le piden disculpas por la decisión y dejan la puerta abierta a recibir nuevos envíos de García Márquez. Personalmente me parece una buena carta de rechazo. Argumentada y respetuosa. Por cierto, le enviaron también la versión del relato en inglés, que había hecho Gregory Rabassa, un importante traductor que ya había trabajado con textos de Mario Vargas Llosa o Cortázar.
El relato se acabó publicando dentro del libro Doce cuentos peregrinos.
Si les interesa García Márquez, quizás les gusten otras curistorias pasadas, como la del puñetazo a Vargas Llosa o la de las vicisitudes de Cien años de Soledad.
