Natación de obstáculos y otros deportes olímpicos desaparecidos

Hay muchos deportes que han sido olímpicos en una ocasión o en unas pocas, y luego se han caído de la lista. Eso es habitual. Aunque se sigan disputando, ya no son olímpicos. En unos días comienzan los Juegos en Tokio, retrasados un año por el COVID-19, y tienen 5 deportes nuevos. Algunos echarán raíces, pero otros no. Estos nuevos son el sóftbol, el kárate, el surf, el skateboarding y la escalada. La lista se mueve, más allá del núcleo clásico de atletismo y compañía. Por eso he pensado que estaría bien hablar de la natación de obstáculos y otros deportes olímpicos desaparecidos de los Juegos Olímpicos, que tienen cierta curiosidad como deporte.

El ajedrez no es olímpico, pero yo pudiera votar para añadir un deporte nuevo a los Juegos, votaría por la idea de jugar al ajedrez y correr a la vez, el invento de Turing.

La natación de obstáculos y otros deportes olímpicos desaparecidos como la soga o el tiro al pichón

La natación de obstáculos fue olímpica tan sólo en una ocasión, hace 121 años. En los Juegos Olímpicos de París del año 1900, los 200 metros estilo libre con obstáculos tuvieron su oportunidad. ¿Cómo era la natación con obstáculos? Algunos recordarán la participación de Éric Moussambani en Sydney en el año 2000 y pensarán que qué necesidad hay de obstáculos. Bien, pues los había.

En concreto la prueba era una carrera de 200 metros con tres filas de obstáculos. La primera era un poste sobre el agua y tenían que pasar los nadadores por encima. El segundo obstáculo era una fila de barcas, y de nuevo los nadadores tenían que pasar por encima. Por último se encontraban con otra fila de barcas cruzando su camino, pero esta vez tenía que bucear y pasar por debajo de ella. Suena extraño, pero este tipo de competiciones de natación de obstáculos, algo más sofisticadas, siguen teniendo lugar.

El ganador del oro en aquella ocasión fue el australiano Frederick Lane. Unos tres cuartos de hora antes había ganado otra medalla de oro en los 200 metros estilo libre, así su virtud no estaba sólo en pasar las barreras.

Otra competición acuática se basaba en estarse quieto bajo el agua y ver cuánto se avazaba

Sin salir de agua tenemos otro curioso deporte, que se llamaría algo así como zambullida por distancia. Este estuvo tan solo en 1904 en los Juegos de San Luis y lo cierto es que es más que llamativo. El nadador tenía que zambullirse, sumergirse bajo el agua, y estarse quieto. No podía hacer ningún movimiento ni gesto que impulsara su movimiento una vez bajo el agua. Esto no cuadra con el objetivo de la prueba. Porque ganaba aquel que había recorrido mayor distancia sumergido. Recuerden, sin moverse. Tenían 60 segundos máximo de tiempo, pero si la cabeza del nadador salía del agua, también se acaba la prueba. Ganó un estadounidense William Dickey, con algo menos de 20 metros recorridos.

Otro deporte raro que ha sido olímpico alguna vez es la soga. Es decir, lo que se hacía en los colegios y en los gimnasios de subir por una cuerda a pulso. Entre 1896 y 1932 fue olímpico. Y entre 1900 y 1912 también lo fue el triple salto sin carrera. En Barcelona 92, y en las dos ocasiones anteriores, la natación sincronizada individual estuvo entre las competiciones. Aquí lo curioso es el nombre, eso de sincronizada e individual. Lo de sincronizada debía venir por la música, supongo.

Y, por último, volvemos a París 1900. Entonces el tiro al pichón fue una competición oficial. Sólo entonces se han matado animales vivos en unas olimpiadas modernas, más allá de las pobres palomas que mueran cuando las sueltan como símbolo de la paz en las inauguraciones. En el año 1900 los casi 200 participantes del tiro al pichón mataron más de 300 palomas.

Si les interesan las curistorias olímpicas, no hace mucho les contaba cómo el boicot soviético en los Juegos de 1984 costó millones a McDonald’s.