Benvenuto Cellini es uno de esos nombres mágicos del arte renacentista. Escultor y orfebre, sus trabajos en esta segunda disciplina fueron muy cotizados en su tiempo. Como escultor, es uno de los más reconocidos del Renacimiento. Nacido en el año 1500 en Florencia, pasó algún tiempo en Roma y en Francia antes de volver en 1545 a su ciudad de nacimiento. y fue en esa época esculpió la que quizás es su obra más popular, Perseo con la cabeza de Medusa. Y firmó esta escultura con su propia cara. El original autorretrato de Cellini en su Perseo es impresionante y sorprendente.
No fue Cellini el primer artista que usó su propia cara para algún personaje en una obra. Pero pocas veces esa inclusión es tan original y maravillosa como en el caso de esta escultura. El Perseo de Cellini se puede ver en Florencia, en la Piazza della Signoria. En un primer vistazo se ve claramente a Perseo sobre el cuerpo decapitado de Medusa, mientras muestra en alto la cabeza de esta. La pose, el momento, el movimiento… hacen de esta escultura una obra mítica, en los dos sentidos, y fascinante.
El original autorretrato de Cellini en su Perseo consigue que casi sin notarse la obra tenga dos caras, la de uno y la de otro
Pero además esta obra tiene su guiño, su toque original. Algo que la convierte en más especial todavía. Como cuando Miguel Ángel esculpió la espalda de Cristo en La Piedad, aunque no se vea. Cellini firmó la obra incluyendo su cara en la parte posterior de la cabeza de Perseo, usando elementos del propio personaje. Y no estamos hablando de una pequeña cara o de algo escondido. En realidad la cabeza de Perseo tiene dos caras, la frontal, que es obvia, y la posterior, que es Cellini.
El casco de Perseo, echado hacia atrás en la cabeza, da forma a la cara, y el pelo de la parte trasera de la cabeza del hijo de Zeus es la barba de Cellini. Una imagen, en este caso sí, vale más que cien palabras:
Por cierto, Cellini escribió su autobiografía, que después de conocer algunos retazos de su vida estoy convencido de que es interesante. La he añadido ya a la lista de libros a comprar en las próximas fechas. Baste decir que además de artista, Cellini combatió a las tropas de Carlos V en el Saco de Roma del 1527 y estuvo encarcelado por dos asesinatos y por algún robo. Seguro que la obra no es imparcial, como no lo es ninguna autobiografía, pero seguro que es interesante.
