El reloj que se paró cuando murió la mujer de Richard Feynman

El reloj que se paró cuando murió la mujer de Richard Feynman

Cuando la mujer del gran físico Richard Feynman murió, el reloj que tenía en su habitación se paró. Feynman era un hombre de ciencia, que confiaba absolutamente en que las leyes de la naturaleza están detrás de todo. Algunas de sus frases deberían aprenderse en los colegios y repetirse sin descanso. Pero lo cierto es que el reloj que se paró cuando murió la mujer de Richard Feynman marco ese minuto ya para siempre.

Feynman era un científico y su forma de razonar y pensar estaba condicionada por ello

Ya les hablé de cómo me llama la atención Feynman en la entrada sobre el proyecto Manhattan y el despiste en Princeton que pudo acabar con el secreto. Feynman participó en el proyecto Manhattan y ganó el Nobel de física en 1965. En sus libros medio autobiográficos habla de su primera mujer, que falleció muy pronto, en junio 1945. Cuando se casaron ella estaba ya enferma de tuberculosis y ese fue uno de los motivos para hacerlo. Arline Ferynman murió con 25 años y Richard Feynman quedó viudo con 27 años.

Una muestra de su amor la tenemos en una carta de él a ella escrita el 17 de octubre de 1946, un año largo después de la muerte. Es muy emotiva, pero acaba con una de las grandes virtudes de Feynman, el humor. La posdata es:

Por favor, perdona que no te envíe esto por correo, pero no sé tu nueva dirección.

Lean alguno de los libros personales de Feynman y disfrutarán de anécdotas, humor, ciencia y una forma de pensar digna de admiración.

El reloj que se paró cuando murió la mujer de Richard Feynman marcó las 21:21

Pero volvamos a la muerte de Arline, en junio de 1945. Unas semanas antes del lanzamiento de las bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki. Feynman estaba trabajando en Los Álamos, cuando recibió el aviso de que su esposa estaba muriendo. Cogió un coche y volvió con ella, llegando a tiempo para pasar las últimas horas con su esposa agonizante.

Cuando la respiración de Arline, que desde que había llegado era irregular, se detuvo para siempre, la enfermera que la acompañaba cogió el reloj que había en la habitación para apuntar la hora exacta del fallecimiento. Eran las 21:21, y el reloj se quedó clavado en aquel minuto. No avanzó más, como los 25 años de Arline.

Mucha gente, si le hubiera pasado lo mismo, estaría pensando en algo paranormal. Diciendo que no tiene explicación, que algo tiene que haber para que ocurran cosas así… Pero Feynman era un científico y buscaba explicaciones. Y si no las tenía, pensaba. Y si no llegaba a nada, decía que no sabía.

Feynman encontró una explicación lógica y sencilla para el hecho del que era testigo

Feynman encontró una secuencia de hechos lógica para explicar por qué se paró el reloj. Aquel reloj llevaba un tiempo con problemas. No era un reloj electrónico, como los que abundan ahora, sino que era un reloj con un componente mecánico básico. El propio Feynman lo había arreglado varias veces, así que sabía que tenía propensión a fallar.. Por lo tanto, dedujo, lo más probable es que la enfermera cogiera el reloj para acercarlo a la luz y poder apuntar la hora exacta de la muerte. Eran, como hemos dicho, las 21:21. En ese momento, cuando la enfermera lo cogió y lo movió, y probablemente lo inclinó, el reloj se paró.

Nada sobrenatural. Sin tener certeza sobre si fue ese el motivo, siguiendo el sentido común, es más probable que sea esa la explicación que cualquier otra cosa extraña. Recuerden lo que dice la historia de la navaja de Ockham: en igualdad de condiciones, la explicación más sencilla suele ser la más probable. David Hume, el filósofo del XVIII, también incluyó la probabilidad a la hora de valorar si algo era un milagro o no. La explicación más probable era posiblemente la cierta.

Feynman razonó con frialdad, incluso en la muerte de su esposa, y dedujo una explicación sencilla, probable y razonable.

Y para acabar la entrada, siguiendo el espíritu del físico que tocaba los bongos pidiendo zumo de naranja (no se pierdan este vídeo), cerremos con algo de humor. en 1979 se publicó un artículo en una revista diciendo que Richard Feynman era el hombre más inteligente del mundo. Cuando la madre del físico, Lucille, se oyó aquella afirmación, respondió:

¿Nuestro Richie? ¿El hombre más inteligente del mundo? ¡Que Dios no ayude!

(Fuente de la foto: Open Culture)

2 comentarios en “El reloj que se paró cuando murió la mujer de Richard Feynman”

  1. Que haya una explicación basada en la causalidad no significa que no pueda haber una fuerza cósmica juguetona como por ejemplo Satanás detrás del suceso. En este caso, Satanás podría estar bromeando con Richie sobre su tendencia psicopática a las explicaciones materialistas.

    1. Su punto de vista carece de sentido. El pasado 6 de agosto a ls 9:45 de la mañana mi gato Calcetines creó el mundo incluyendonos a ambos y al autor de este post junto con los recuerdos de esta historia de Feynmann, el registro fósil y todo lo que los tres podemos ver, leer o experimentar.
      Asi que si ve un gato trátele con respeto y devoción, su alma depende de ello.

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.