Los cuáqueros son una comunidad religiosa cuyo nombre real es Sociedad Religiosa de los Amigos. Por eso a veces se les conoce también como los Amigos. El nombre, así, de entrada, no dice mucho, pero ahí llevan tres siglos y medio los cuáqueros siguiendo la sociedad que creó George Fox, su fundador. No es de las religiones o creencias más seguidas, pero tiene su nicho. Su principal característica, además de la espiritualidad lógica, es el pacifismo.
Todo empezó en 1647, cuando Fox, el fundador, se sintió llamado por Dios para que lanzara su propia versión del cristianismo, sin sacerdotes, ya que Dios está en todos y cada uno de nosotros y no hacen falta intermediarios. Esto fue en Inglaterra, pero cuando algunos de los cuáqueros pasaron el Atlántico, su posición en Estados Unidos fue más sólida. Sin ser multitudinaria, como decía, un par de presidentes de este país han sido cuáqueros: Richard Nixon y Herbert Hoover.
Donde sí han tenido una lista de miembros interesantes es entre los empresarios. Los bancos Barclays y Lloyds o la marca de zapatos Clarks, por ejemplo, tuvieron a un cuáquero como fundador. Lo más sorprendente de esta relación entre los cuáqueros y el mundo empresarial está en la confitería. Según parece, sus enfrentamientos con la religión estándar hacía que tuvieran complicado estudiar en muchos sitios, y por eso se buscaron su propio camino como empresarios.
Los cuáqueros fueron, durante más de un siglo, los reyes de las confiterías y las golosinas en Inglaterra. El interés por lo dulce tiene mucho que ver con su enfrentamiento al alcohol, que es la fuente de muchos males a sus ojos. Por cierto, esto me recuerda a una frase de Homer Simpson que dice algo así como (hablo de memoria): Cerveza, causa y solución de todos los males. Bien, algo parecido pensaban los cuáqueros, pero sólo en la primera parte de la cita: causa de todos los males. Por ello comenzaron a vender chocolate como bebida agradable y barata, y alternativa al alcohol.
De ahí pasaron a las chocolatinas y poco a poco los cuáqueros se hicieron dueños de este delicioso mercado. Además, tenían fama de gente justa y razonable, lo que ayudaba a que los clientes confiaran en ellos y les fueron fieles. Cuidaban a sus empleados, ayudaban a la comunidad. Todo esto les hizo disfrutar del mercado del chocolate y los dulces como líderes absolutos.
Cadbury, por ejemplo, que se acerca a los dos siglos de vida, es una muestra de esta relación entre los cuáqueros y el dulce chocolate. Esta empresa, que hoy está dentro de una multinacional, fue fundada en 1824 por John Cadbury, un cuáquero que comenzó vendiendo té, café y chocolate en Birmingham. El negocio se expandió por el lado del chocolate, y a mediados del XIX lo vendían ya en forma de barritas, de chocolatinas. En 1854, Cadbury eran oficialmente proveedores de chocolate y cacao para la Reina Victoria de Inglaterra.
Fuete: BBC