(André Jacques Garnerin) |
El primer salto en paracaídas de la historia tuvo lugar el 22 de octubre de 1797. Si tenemos en cuenta que el vuelo de los hermanos Wright data de comienzos del siglo XX, parece claro que aquel primer salto no se hizo desde un avión. No sé a ustedes, pero a mí este es el primer aspecto que ya me llama la atención.
El hombre que llevó a cabo esa hazaña fue un francés nacido en 1769 cuyo nombre era André Jacques Garnerin. Si les digo su oficio se disipará la sorpresa sobre los aviones que insinuaba en el primer párrafo. Garnerin era piloto de globos. Formó parte del ejército y abogaba con vehemencia a favor del papel que los globos podían jugar en la guerra.
Aquel primer salto de 1797 fue un éxito y causó una gran expectación. Se reunió una multitud para ver cómo saltaba desde centenares de metros de altitud un hombre, sujetando a algo parecido a un enorme paraguas. Además, entonces el diseño no estaba del todo conseguido y por lo que parece el invento hacía que el hombre descendiera dando bandazos, aunque lo suficiente despacio como para llegar al suelo y no hacerse papilla o, cuando menos, destrozarse algunos huesos.
Al año siguiente, cuando anunció que saltaría junto con una mujer, se levantó cierto revuelo y tuvo que declarar ante la policía. Al parecer, uno de los problemas era que la mujer iba a estar sola con él allá arriba, en el globo, y eso era algo inapropiado. La mujer en cuestión era Citoyenne Henri y finalmente el salto se llevó a cabo sin mayores problemas legales y, de nuevo, con éxito. La prensa francesa de la época habló mucho y bien de aquellos saltos en paracaídas, aunque no sé si entonces se usaba ya la palabra «paracaídas».
Garnerin se casó con una dama llamada Jeanne Geneviéve, que también era aficionada a la los globos aerostáticos. La señora de Garnerin acabó saltando con su marido y convirtiéndose en otra pionera de esto que hoy tiene tantos aficionados. Garnerin llegó a saltar desde más de 2.000 metros e hizo exhibiciones por toda Europa.
En 1823 Garnerin preparaba un vuelo en dirigible cuando recibió un golpe accidental en la cabeza y falleció. Tomó el testigo entonces una sobrina suya, Elisa Garnerin, que saltó en paracaídas en unas 40 ocasiones, siguiendo con las exhibiciones europeas de su tío.
Excelenteeeeeeee