(Carta de Clyde a Henry Ford) |
El 23 de mayo de 1934 se acabó la vida y la carrera delictiva de Bonnie y Clyde, unos de los criminales más famosos de la historia y, con toda seguridad, la pareja más popular de esa lista. Hasta aquel día, la policía de varios estados y el FBI, que entonces aún no se llamaba así, habían fracasado en su persecución. Al final la policía de Texas y de Lousiana logró cazarlos y tras acribillar su coche hasta destrozarlo, se colgó la medalla de acabar con los delincuentes.
El mito de Bonnie y Clyde se vio lanzado más tarde por el cine, pero ya antes eran famosos. Supongo que muchos los admiraban, pero no hay que olvidar las vidas que se llevaron por delante antes de perder las suyas.
El último coche de Bonnie y Clyde era un Ford V-8, modelo B, que había lanzado la marca un par de años antes. El vehículo concreto del hecho fue exhibido como una atracción, con sus agujeros de bala, y sigue hoy siendo un objeto con historia. Hasta aparece en un episodio de Los Simpson. Clyde tenía verdadera devoción por los V-8 de Ford, como en algunos lugares la tienen por Faulkner.
Tanto es así que un mes antes de morir, Clyde envió una carta de felicitación a Henry Ford por su producto. En más de una ocasión ese coche, y su manejo del volante, salvaron al bandido de la muerte. Aunque al final esta le alcanzó, como siempre pasa. De hecho, parece que Clyde siempre trataba de robar ese modelo. El texto de la carta era el siguiente:
Sr. Henry Ford
Detroit, Mich.Estimado señor:
Mientras me quede aire en mis pulmones le diré que ha fabricado un coche excelente. He conducido exclusivamente coches Ford cuando podía escapar con uno [Nota: probablemente quería decir que conducía solo coches Ford a pesar de poder escapar con cualquiera, robando cualquiera, se entiende]. Por su velocidad sostenida y su falta de problemas, el Ford deja a todos los demás coches despellejados, e incluso si [Nota:aunque] mis negocios no han sido totalmente legales, ello no significa que no pueda decirle que tiene usted un buen coche en el V8.
Clyde Champion Barrow
La carta tiene algunas faltas y está escrita con errores. Alguno de ellos lo he intentado corregir en la traducción. Eso en principio encajaba con la formación de Clyde, pero aun así hay controversias sobre la autenticidad de la carta. Ese Champion en la firma, por ejemplo, no es lo que se esperaba. Desde luego esa carta era publicidad de oro para Ford, que la expone en su museo.
Un mes después de recibir aquella carta, Henry Ford recibió otra similar. Esta vez del puño y letra de John Dillinger, el popular atracador de bancos que interpretó no hace mucho Johnny Depp en la película Enemigos públicos. Su carta decía:
Hola viejo amigo. Llegué aquí a las 10:00 AM de hoy. Me gustaría tomarme un momento y verle. Su coche es maravilloso He estado conduciéndolo durante semanas. Es un placer conducirlo. Su lema debería ser: conduzca un Ford y observe cómo los otros autos se quedan atrás. ¡Puedo hacer que cualquier otro automóvil muerda el polvo de un Ford!
Bye-bye
John Dillinger
Cuando se contrastó la carta de Dillinger con otros textos escritos por su mano, se demostró que era falsa, que no la había escrito él. Esto nos podría llevar a pensar que Ford trató de hacer una campaña de marketing valiosísima usando a los bandidos más famosos del país en aquellos años 30. Pero tampoco tenemos pruebas para afirmarlo. Quizás ambas cartas sean falsas, quizás sólo una.
Por cierto, Dillinger murió a manos del FBI poco más de dos meses después de que Ford recibiera esa carta falsa. Y, como hemos visto, Bonnie y Clyde murieron también pocos días después de su carta a Ford. Casi podríamos hablar de la maldición de las cartas a Ford y los bandidos.