(Juan Ramón Jiménez, por Joaquín Sorolla) |
Hay dos tipos de personas en el mundo, los que no escriben y los que escriben. En realidad, hay dos tipos de personas en el mundo, los que no escriben poesía y los que escriben poesía. Y el mundo se divide en dos grupos de personas definitivamente, aquellos que escriben un poema y lo dan por cerrado y aquellos otros que nunca acaban de dar un poema por cerrado, y lo corrigen y lo reescriben sin descanso. Juan Ramón Jiménez perteneció a los segundos grupos en todos los casos: escribió, escribió poesía y le costaba un mundo dar por cerrado un poema. Y dicho esto, hay dos tipos de personas en el mundo, los que creen en las etiquetas y los que no creen en ellas.
Volviendo al poeta español nacido en 1881 y Premio Nobel de Literatura en 1956, era un hombre obsesionado con la perfección absoluta de su obra, incluyendo en ello el propio libro como objeto, su edición, la tipografía o el diseño realizado. Tanto es así, que no conforme con sus primeras obras, Almas de violeta y Ninfeas, durante años persiguió sin descanso los ejemplares de estos títulos que estaban en librerías y bibliotecas para hacerlos desaparecer, precisamente por su disconformidad con su propio trabajo.
Pero la muestra más clara, dura y a la vez maravillosa de su compromiso con la perfección en sus escritos está en una anotación que aparece en algunas de sus páginas: MPS. Estas siglas corresponden a la sentencia Meditado Para Siempre, con la que indicaba que después de darle muchas vueltas, un poema, una página o quizás sólo un verso, había llegado a su versión definitiva. Juan Ramón Jiménez era un gran poeta, por lo que las palabras son mucho más que palabras para él. Así, que se decidiera por meditado y no por algo como versión final, cerrado o cualquier otra palabra, indica que cuando algo se merecía el MPS había sido meditado, y no otra cosa.
Fuente: Centro Virtual Cervantes
Me ha encantado saber esta curiosidad. Gracias.
Me alegro de que te haya gustado. Gracias a ti :)
Los artistas somos perfeccionistas…pero nunca perfectos
No te falta razón, Alí. Aunque desde fuera muchos vemos a algunas artistas como perfectos.
Con retraso, pero debo comentarlo… Hay dos tipos de personas en el mundo… los que tenemos un revolver y los que tenéis una pala…
Ahora cava en más curistorias….;-)
Lamastelle, veo que me ha tocado el feo. Qué le vamos a hacer. Yo cavo.