El amor de Lord Byron por los perros

Jara jugando al trivial
(Jara jugando al trivial)

En otras ocasiones ya les he hablado, de pasada lógicamente, sobre Jara, mi perra. En la foto pueden verla jugando al Trivial, y siempre me gana. Es más, el primer libro de Curistoria lleva en la dedicatoria exclusivamente su nombre. Por cierto, aprovecho para recordarles que pueden llevarse ese libro gratis gracias al concurso por el octavo aniversario de Curistoria. Les hablo de nuevo de Jara porque hoy hablamos de perros.

Se atribuye a Lord Byron la siguiente frase, muy conocida, aunque no parece seguro que la dijera nunca:

Cuanto más conozco a los hombres más aprecio a mi perro.

Lo que sí escribió para un epitafio dedicado a un perro fue:

Aquí reposan los restos de una criatura que fue bella sin vanidad, fuerte sin insolencia, valiente sin ferocidad y tuvo todas las virtudes del hombre y ninguno de sus defectos.

Y es que Lord Byron tenía un amor especial por los perros. Según parece, en una ocasión iba a borde de un barco que partía de puerto cuando un perro cayó al agua. Byron le pidió al capitán que detuviera la nave e hiciera algo para salvar al pobre animal sacándolo del agua. El capitán se negó explicando que ese tipo de sacrificios sólo se hacen en el caso de que sea una persona la que ha caído del barco.

En ese momento Byron se tiró al agua y nadó hasta donde estaba el perro. Lo sujetó y espero a que el capitán, obligado ya por las normas e incluso por su propia palabra, detuviera el barco y mandara rescatar al hombre caído, es decir, al propio Lord Byron. Lógicamente al salvar al humano salvó también al perro.

Fuente: Anécdotas de la historia, de Pancracio Celdrán

6 comentarios en “El amor de Lord Byron por los perros”

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