En 1808, en la Guerra de Independencia Española, tuvo lugar una batalla entre las tropas españolas y francesas en la localidad de Bruc, en la provincia de Barcelona. Este hecho histórico tiene asociada una leyenda, que como otras veces va más allá de la historia y no queda claro qué hay de verdad y qué de ficción. La historia hace referencia al Tambor de Bruc, quien no era más que un niño que gracias a un tambor batió en retirada al poderoso ejército napoleónico. Según se cuenta, Isidro Llusá era un pastorcillo que por no ser más que un niño, no podía formar parte del ejército y luchar contra el invasor francés. Pero esto no le impidió coger su tambor y tocarlo fuerte por entre las montañas de Montserrat para animar a los españoles en la lucha, de tal forma que el eco provocado por las montañas hizo retumbar el sonido y lo multiplicó por mil. Los franceses tomaron este sonido por el producido por muchos tambores y por lo tanto dedujeron que se enfrentarían a un ejército enorme, decidiendo huir y no plantar batalla. En el lugar en el que ocurrió el hecho (o en el que se sitúa la leyenda) hay un monumento y una inscripción: Viajero, para aquí, que el francés también paró, el que por todo pasó no pudo pasar de aquí.
En el cómic de Super López y los Petisos Carambanales sale algo al repecto.
Impresionante la cantidad de conocimiento que hay en los tebeos :)
Saludos.