Hace unos días hablábamos de una de las genialidades del gran Quevedo (Donde se mea…). Y precisamente Quevedo fue uno de los primeros en usar los anteojos en el Madrid de su época, para suplir su falta de visión provocada por la miopía, y es famosa su imagen con los mismos. Y gracias a estos retratos y a la imagen de Quevedo, se conoce a los anteojos como quevedos. Los anteojos no son lo mismo que las gafas ya que no tienen patillas y se sujetan directamente sobre la nariz, suelen ser redondos y en ocasiones son plegables pro el centro.
Es posible que fuera gracias en parte a Quevedo, personaje popular en el Siglo de Oro español a pesar de sus desavenencias con la corona, pero los quevedos se hicieron comunes entre las personas elegantes y pudientes en aquel tiempo. De hecho, se usaban sin necesidad de ellos y sin problemas en la vista, simplemente porque daban un aire culto a la persona que los llevaba.
Hola
Pienso que actualmente ocurre lo mismo, es decir, a las personas les gustan llevar gafas para hacerse más interesantes.
Además, muchos piensan que llevar gafas les hacen más inteligente y por tanto más atractivo.
Un saludo.
Um… cierto 🙂