(Carlos de Borbón) |
Carlos de Borbón, Conde de Charolais, nacido en 1700 y fallecido 60 años más tarde, era un hombre malo y despiadado, abusaba de su poder y su educación brillaba por su ausencia. No sentía compasión alguna por el resto de las personas y llegaba incluso a la crueldad propia de un psicópata.
Según parece, en 1724 se encaprichó de la esposa de uno de sus lacayos y no pudiendo saltar la barrera que esta le puso por el amor que profesaba a su marido, el Borbón decidió tirar por el camino del medio. Mató al marido y así, supongo, que en su enferma cabeza pensó que a la pobre mujer ya no le quedaban motivos para rechazarlo.
El caso que muestra más claramente la crueldad de Carlos de Borbón les recordará a la película La lista de Schindler. En ella, el actor Ralph Fiennes interpresta a Amon Göth, un capitán de las SS que fue comandante del campo de prisioneros de Plaszow. En la película se le muestra disparando a prisioneros del campo desde su balcón sencillamente por entretenimiento. Pues bien, unos siglos atrás, Carlos de Borbón hacía algo similar.
Algunas tardes, por puro entretenimiento, disparaba a los obreros que trabajaban en los tejados que podía divisar desde su casa. Armado con un mosquete disparaba sin mayor motivo que probar su puntería y satisfacer su cruel deriva mental. Algunos llegaron a morir y entonces se volvieron contra él aquellos que sufrían sus locuras. Pidió amparo y perdón a Luis XV y este le dijo:
Helo aquí [el amparo], pero os advierto que en caso de reincidencia queda de antemano concedido el indulto para aquel que os mate.
Sin duda una advertencia y un ultimátum directo, el que le dio el rey, aunque bien merecido se lo tenía.
Según iba leyendo me iba recordando a Joffrey Baratheon de la serie Juego de tronos. Igual de despiadado e igual de cobarde cuando acecha el peligro.
Majobusa, en Juego de Tronos hay para todos 🙂