Una emergencia médica llevó al invento del teléfono público

Una emergencia médica llevó al invento del teléfono público

Muchos de los más jóvenes no habrán vivido la época en la que los teléfonos móviles no existían o eran algo extraño. Tiempos en los que uno tenía que usar las cabinas telefónicas si estaba fuera de casa, o si no disponía en casa de línea telefónica. Hoy todo eso ha casi desaparecido por completo, pero hoy vamos a ir al momento en que comenzó, por una situación estresante. Porque una emergencia médica llevó al invento del teléfono público. Al decir público, me estoy refiriendo a uno de pago que pueda usar cualquiera. Cualquiera que pague.

Recuerdo las colas que se formaban por las noches delante de las cabinas, en mi época universitaria, para llamar a casa o a quien fuese. Yo estudié en Salamanca, una ciudad castellana en la que en invierno hace frío, y a veces había que esperar cerca de una hora a que quedara una cabina libre para poder llamar y hablar un ratito con alguien.

También recuerdo, aunque esto era mucho menos habitual, cuando se llamaba a un pueblo en el que el teléfono público lo regentaba una persona en su casa. Se llamaba a ese número público, y tocaba entonces esperar a que el dueño del aparato fuera a casa de la persona con la que se deseaba hablar y que esta llegara hasta él para mantener la conversación.

La mujer de William Gray fue la protagonista de la emergencia médica que le llevó a él a inventar el teléfono público

Toda esta historia comenzó en Estados Unidos, cuando un hombre llamado William Gray pasó un mal rato. Su esposa se puso enferma y él necesitaba con urgencia avisar a un médico para que la atendiera. Había un teléfono en unas oficinas cercanas, pero no se lo dejaron usar al pobre hombre. Salió a la calle a seguir buscando ayuda, pero no había un aparato cercano y disponible desde el que llamar. Todavía no eran algo habitual, aunque algunas personas y negocios disponían de él. Estamos hablando de 1887 o 1888, no se sabe con certeza cuándo fue aquel mal día para los Gray. Aunque a la postre fue una bendición.

Al final consiguió que alguien le dejara llamar y pudo alertar a un médico. Su mujer se recuperó sin problemas. Gray decidió poner fin al problema y, además, generar un nuevo negocio. Así, el 13 de agosto de 1889, William Gray patentó el teléfono de pago. No fue este su único invento, pero sí el más exitoso. También creó un protector pectoral inflable para los jugadores de béisbol, por ejemplo.

Gray acabó creando una empresa e instalando decenas de miles de sus dispositivos

El primer teléfono público de pago se instaló en la puerta de un banco de la localidad de Hartford, en el estado de Connecticut, en ese mismo año. La empresa titular era Southern New England Telephone Company. El invento, no obstante, pasó por varios diseños antes de dar con algo decente. Al principio la idea era pagar por usar el dispositivo. Esto no evitaba que el usuario hiciera varias llamadas, una vez que se desbloqueaba el uso. Posteriormente se optó por dejar al usuario hacer la llamada y, cuando hubiera acabado, se le decía el precio a pagar. Aun con todos estos inconvenientes, el negocio era bueno

Dos años después del lanzamiento, Gray dejó la empresa en la que trabajaba y fundó la suya propia, Gray Telephone Station Company, comenzando a instalar teléfonos y cabinas por todo Estados Unidos. En una década sus aparatos estaban en más de ochenta mil lugares.

Las mejoras siguieron llegando con el paso del tiempo. Por ejemplo, no fue hasta 1908 que las cabinas comenzaron a devolver el importe no gastado. Por otra parte, este uso público también contribuyó de forma notable a que la gente se acostumbrara a hacer llamadas y viera su utilidad, empujando poco a poco a la popularización de esta forma de comunicarse. Como les decía, este invento comenzó con una emergencia médica, y después de poco más de un siglo ya casi ha desaparecido de nuestras calles. Ya no son necesarios porque todos llevamos un teléfono en el bolsillo.

Dejar un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.