Felipe VI es el rey de España. Y de Castilla, de León, de Jerusalén, de los Algarves, y de las Dos Sicilias. Esto es tan sólo una muestra, y me detengo ahí porque la lista es larga y hoy quiero hablar sobre qué eran las Dos Sicilias, si Sicilia sólo hay una.
Antes de ir a las Sicilias, rematemos la lista de títulos de Felipe VI con algunas curiosidades como que es rey de las Islas y Tierras del Mar Océano, que es un título maravilloso. También es Archiduque de Austria, Duque de Borgoña, de Atenas y de Neopatria. Conde de Habsburgo y de Flandes, entre otros, y Señor de Vizcaya y Molina. La lista sigue y sigue y la podríamos rematar diciendo que es Margrave del Sacro Imperio Romano y Burgau y Emperador del Imperio Romano de Oriente. Margrave viene a ser príncipe soberano.
Volviendo a nuestro tema, todo se remonta al siglo XIII. A mediados de ese siglo Carlos I de Anjou, hermano de Luis IV de Francia, comenzó una serie de conquistas por Italia. En esa campaña, el papado le entregó el Reino de Sicilia y lo hizo de buen gusto, como contrapeso al poder de los Hohenstaufen germanos. Aquel Reino de Sicilia era más que la isla.
El Reino de Sicilia tenía una importante parte continental, que se separó y se volvió a unir, dando lugar al nombre de Dos Sicilias
Como sabrán, la isla de Sicilia es el balón triangular que parece que va a patear la bota italiana en los mapas. En tiempos de Carlos de Anjou, el reino incluía, además de la isla, una parte peninsular que llegaba muy al norte, más allá de Nápoles y Pescara.
A finales de ese siglo XIII una revolución contra el gobierno causó que el reino se dividiera en la parte insular y la peninsular. Esta segunda siguió en mano de los Anjou, pero la isla pasó acabó formando parte de los vastos territorios aragoneses. Ahí tenemos ya las dos Sicilias, porque los gobernantes de ambas partes reclamaban ese título, creando, en cierta media, dos reinos de Sicilia. En la isla, pero frente al estrecho que la separa del continente está Mesina, y por ello también se hablaba del Reino de Sicilia a un lado y otro de Mesina.
En el Congreso de Viena de 1816, aquel del se danza, pero no se avanza, se volvieron a unir ambos lados, con el nombre de Reino de las Dos Sicilias. Los gobernantes borbones dominaban entonces parte de Italia. Por eso Carlos III de España fue también rey de Nápoles y de Sicilia hasta que le tocó serlo de España, en 1759. Heredó esos territorios su hijo Fernando, que sería Fernando I de las Dos Sicilias a partir de ese 1816.
Y de ahí viene el que los borbones españoles tengan entre sus títulos el de rey de las Dos Sicilias. Sé que es un título sin mucho significado real detrás y que es un reino ya inexistente, pero qué quieren que les diga, suena bien en la lista de títulos.
Puestos a tener títulos rimbombantes, cito a la wiki. no se si se llegaron a usar de forma oficial, pero no me negará usted que suenan genial:-):
De aquí nacieron las denominaciones Regno di Sicilia al di qua del faro (Reino de Sicilia de este lado del faro) y Regno di Sicilia al di là del faro (Reino de Sicilia del otro lado del faro), en referencia al Faro de Mesina.
Lista vacua de títulos inexistentes y dominios extintos, incluso con muchísima sangre de los hispanoamericanos. Pretender mantenerlos hoy es signo de la soberbia ancestral atribuida a los Borbones. De por sí, la «realeza» y la «aristocracia» son figuras anacrónicas en pleno siglo XXI; y lo dice un descendiente directo de reyes y aristócratas.
¡¡Por Dios!!