Hace unos días escuchaba en la radio una entrevista el rector de la Universidad de Alcalá de Henares, José Vicente Saz, y contaba el origen histórico de la beca universitaria, de la prenda de vestir que se llama así. La beca es, según la RAE, la banda de tela que, como distintivo colegial, llevaban los estudiantes plegada sobre el pecho y con los extremos colgando por la espalda, y que hoy solo se usa en ciertos actos. En la imagen superior (que corresponde a una graduación de EAE) se pueden hacer una idea clara del objeto del que estamos hablando y seguro que muchos de ustedes las han llevado, aunque sólo sea para una foto. En mi caso, tengo alguna en casa.
El origen histórico de la beca universitaria está en Alcalá de Henares, precisamente para distinguir a los estudiantes cuyos gastos estaban subvencionados
Bien, las universidades se formaron a partir de lo que se denominaban Estudios Generales, donde se formaban a los religiosos. A partir de ese origen asociado a la iglesia, fueron germinando y ampliándose, y algunas de universidades más antiguas del mundo están España. Como ya les conté cuando hablaba del dicho lo que la naturaleza no da, Salamanca no lo presta, la Universidad de Salamanca tiene más de 800 años. Y de esa época es alguna otra de las españolas.
Todo estaba diseñado, en un primer momento, para la formación de los clérigos y que estos pudieron contribuir a la mejora de Iglesia. Pero el cardenal Cisneros, en Alcalá de Henares, pensó que también sería conveniente formar a otro tipo de personas, destinadas a gobernar. Es decir, tuvo una visión algo más política. Promovió, desde ese punto de vista, la admisión en la formación universitaria de personas que no fuera clérigos o religiosos, y la jugada salió bien.
No conforme con eso, decidió ir un paso más allá y crear unas becas o ayudas para determinados estudiantes, donde la universidad se hiciera cargo de los gastos de formación de estas personas. A estas personas becadas económicamente se las distinguía en la universidad porque llevaban una cinta sobre los hombros. Esta cinta de entonces es la prenda de vestir que también se llama beca, sobre la que trata este artículo, y que hoy está en todos los campus.
El color de las becas hoy se suele asociar con la materia o campo de cada estudio
Estas becas económicas fueron haciéndose populares, y las becas (prenda de vestir) no sólo marcaban a los que estudiaban bajo ayuda económica, sino que comenzaron a marcar también a los estudiantes según la entidad que los enviaba a estudiar. Así, la orden que pagaba los estudios o el convento que enviaba a un estudiante, tenía un color propio de beca. Este significado se perdió hace siglos y en la actualidad el color de la beca está relacionado, habitualmente, con la materia de los estudios: ciencias, artes, humanidades…
Y todas esas bandas que hay por el mundo, en las universidades de aquí y de allá, según parece, se debe al cardenal Cisneros. Un hombre que nació en 1436, pasó por la cárcel, fue consejero de la reina Isabel la Católica, arzobispo de Toledo, regente de Castilla, cardenal, inquisidor y fundador de la Universidad Complutense (o Cisneriana), en Alcalá de Henares, en el último año del siglo XV.
Por cierto, hay polémica por esa denominación de complutense entre la Universidad de Alcalá, y la Universidad Complutense de Madrid. Ese término, complutense, proviene de Complutum, que fue una ciudad romana creada en el siglo I en la zona del río Henares, donde hoy está Alcalá de Henares y sobre la que estuvieron en su momento los primeros edificios de la universidad, en el siglo XVI.
Imagen tomada de una noticia de Antena3.