Normalmente aquellos sábados que publico una entrada en Curistoria, se trata de una recomendación de alguno de los libros que voy leyendo. En ocasiones, aunque hace mucho que no lo hago, esa entrada es una entrevista con el autor. Voy a intentar publicar más entradas los sábados, aunque no todos, y tendrán otro tono. El objetivo es ir compartiendo aquí enlaces, libros y todo tipo de cosas que voy descubriendo y que tienen alguna relación con los intereses que intuyo entre los seguidores del blog. En esta primera están, de un modo u otro, las palabras o ideas: Roca, Uriarte, tiempo, relaciones y reyes.
Digo que estas entradas, al menos en principio, tendrán otro tono porque quiero hacerlas algo más personales. Más en el estilo de las newsletter que llevan un tiempo proliferando. Tendrán parte de mis opiniones y en algunos casos de mis ideas o reflexiones. Insisto de nuevo, siempre apuntando a los temas que creo que interesarán a los habituales del blog. Algo como esa escalera de la foto, que da vuelvas sobre lo mismo, aunque siempre sube o baja y por lo tanto nos mueve. Es un foto que saqué hace unos días en el Círculo de Bellas Artes en Madrid donde fui a ver un par de exposiciones, especialmente Crueldad, de Chema Madoz.
El tesoro del cisne negro, de Paco Roca
Y empiezo curiosamente hablando de una serie que no he visto, ya lo aviso. Se trata de La Fortuna, dirigida por Alejandro Amenábar y basada en un cómic de Paco Roca. No he visto la serie pero sí leí el cómic hace un tiempo y esto es precisamente lo que les recomiendo. En realidad, lo hago con la obra de Roca en general. El título original del cómic en cuestión es El tesoro del cisne negro y como todo lo que he leído de Roca aúna la creatividad del dibujante con una capacidad para narrar más que notable. La casa, quizás mi favorito de Roca, Regreso al Edén, Los surcos del azar o Arrugas, son algunas de las obras que he leído de este creador y siempre me llegan un poco más allá, más adentro, de la pura historia que cuentan.
El tesoro del Cisne Negro, escrito a partir de un guión original del diplomático y escritor Guillermo Corral, está basado en hecho reales y cuenta la pelea del gobierno español por recuperar los restos de un buque español que un cazatesoros ha sacado del mar y de los cuales se ha apropiado. Seguro que se acuerdan. Es la historia de la fragata española Nuestra Señora de las Mercedes, que fue hundida en 1804. Sobre ese hundimiento escribí hace un tiempo un relato de ficción para Arrobabooks, titulado La conspiración que hundió a la fragata Mercedes.
Cambiando de tercio, el otro día releía algunas páginas de los magníficos diarios de Iñaki Uriarte y recaí en una breve anotación que tenía marcada a lápiz. Por cierto, Pepitas de calabaza ha editado los diarios en un sólo volumen, incluyendo el epílogo, la última parte. Yo los tengo en 4 breves libros, incluyendo ese epílogo, en una edición anterior. La nota en cuestión de la que hablaba dice:
Todos mis antepasados tuvieron hijos. No deja de asombrarme que yo vaya a ser el último de esa larguísima fila que comenzó en algún lugar de África hacer muchos miles de años.
Todos nosotros tenemos una secuencia de antepasados que nos lleva de aquí y ahora a hace miles de años y África
Nunca había reparado en esta idea, que recuerde, hasta que la leí en el segundo volumen de los diarios de Uriarte. Todos nosotros tenemos una secuencia de antepasados que nos lleva de aquí y ahora a hace miles de años y África. Algún homo sapiens tuvo un hijo, que tuvo un hijo, que tuvo un hijo… y así durante generaciones y generaciones hasta hoy. Un árbol infinito del que somos una ínfima hoja, y cuya raíz son un hombre y una mujer prehistóricos del que venimos miles de millones de humanos.
Esto me trae a la cabeza un hilo de Twitter que vi hace unos días en la cuenta de Miguel A. Rodríguez. Habla sobre la relación de una gorila y su cuidador, con una foto en la que ella, en sus últimos momentos, busca el consuelo de él. Digo busca el consuelo y en realidad no lo sabemos, porque es complicado y arriesgado humanizar a los animales. En cualquier caso, es una imagen conmovedora. La foto es de Brent Stirton.
Ya que estamos con árboles y relaciones entre seres, no dejen de invertir unos minutos en el trabajo visual, o infografía, como quieran, de Nadieh Bremer sobre las relaciones entre los miembros de la realeza europea a lo largo del tiempo. No sólo es una maravilla visual y técnica, sino que nos permite hacernos una idea real de eso que llamamos endogamia y de las relaciones familiares entre las casas reales. Es algo fantástico, como el resto de trabajos de esta diseñadora y artista.
Y como decía Colombo antes de dejar la habitación, una última cosa. Neal Agarwal tiene una serie de curiosidades visuales, juegos y experimentos en su web, que bien merecen su atención, creo yo. En uno de ellos se ve cómo el tiempo pasa, así que aprovéchenlo todo lo que puedan. Porque el mensaje de este dibujo de Graham Annable que compartí en mi cuenta de Twitter (@vitike) hace unos días, es claro y elemental.