La historia de la joven bandera de Canadá y su hoja de arce

La bandera de Canadá quizás sea, junto con la de Estados Unidos con la Union Jack británica, una de las más reconocidas y famosas del mundo. Las franjas rojas a los lados y la hoja de arce, también roja sobre la franja central blanca, se asocian al momento con el país norteamericano. Pero lo cierto es que esa es la bandera de Canadá desde hace poco más de medio siglo. Es decir, ni en la Primera, ni en la Segunda Guerra Mundial, los canadienses no tenían esta bandera.

Sorprende aún más que la primera propuesta para que Canadá tuviera una bandera propia con una hoja de arce data del siglo XIX. En 1895, un tipo llamado Edward M. Chadwick, entusiasta de la heráldica, propuso al gobierno canadiense tener una bandera propia, y que además tuviera esa hoja como protagonista. No tuvo éxito. Hasta 1871 la Unión Jack era la bandera oficial, y en ese año se llevó la famosa cruz británica al extremo superior izquierdo, y sobre un fondo rojo se incluyo un escudo, no sé si esta es la terminología correcta, con la heráldica de Ontario, Quebec, Nueva Escocia y Nueva Brunswick. Este diseño, con algún cambio en el escudo perduró hasta 1965.

En 1925 se había creado un comité para buscar una nueva bandera, pero no llegó a ningún sitio. Un par de décadas más tarde, en 1946, el Parlamento llevó a cabo un concurso para buscar un nuevo diseño, y recibieron 2.600 propuesta, aunque no cambió nada. Como decíamos, no sería hasta 1965 cuando llegaría el nacimiento del nuevo símbolo nacional. Un año antes, el Primer Ministro Lester B. Pearson, informó a la Cámara de los Comunes de que, ahora sí, tenían la firme intención de tener un nuevo diseño en su bandera. De nuevo se formó un comité, que evaluó muchas posibilidades y seleccionó tres diseños como finalistas.

Además del que conocemos, había un diseño con la flor de lis y la Union Jack y otro con color azul y tres hojas de arce. El detalle natural, como vemos, tenía mucho peso. De hecho, en 1904 los atletas olímpicos canadienses ya habían lucido esa hoja en sus uniformes. Después de tantos años persiguiéndolo, no podía dejarse nada al azar. El diseño final de la hoja lo hizo Jacques St-Cyr, las dimensiones y las proporciones de la bandera fueron cosa de George Bist y, por último, el tono exacto de rojo fue definido por Günter Wyszecki.

El 28 de enero de 1965, hace poco más de medio siglo, la reina Isabel II proclamó la nueva bandera de Canadá como su símbolo nacional y se izó por primera vez, oficialmente, el 15 de febrero de ese año, en la Colina del Parlamento canadiense.

Ya hemos comentado que, para aquel momento, la hoja de arce ya era un emblema popular del país, y además tenía cierto reconocimiento en el extranjero. Esta hoja, que tiene 11 picos o puntas, y ese número no tiene ningún significado especial, algo extraño, ya que este tipo de símbolos está repleto de detalles y porqués para ellos.

Curistoria

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