(Sócrates y sus estudiantes, por Johann Friedrich Greuter) |
Hace unos días asistí a un curso presencial en Madrid, un día después de acabar las clases de una de las asignaturas que imparto en una escuela de negocios. Mientras hacía esas dos cosas estaba, y sigo en ello, realizando un curso a distancia como alumno. Los tres cursos en los que he participado en los últimos días son de tres temas y disciplinas totalmente diferentes, y pensaba de camino a casa en la suerte que tenemos en la actualidad, ya que podemos curiosear, interesarnos y aprender casi sobre cualquier cosa. Tenemos a nuestro alcance sitios como TopFormacion, para elegir entre cursos y cursos, un YouTube plagado de información o la propia Wikipedia, para seguir aprendiendo más allá de nuestros estudios formales. ¿Acaso no debemos aprender hasta el final de los días?. Y claro, como ocurre con otras muchas cosas, esto ya lo sabían los griegos, lo importante que es aprender.
A Sócrates, que a pesar de ser austero cobraba siempre por sus clases, y según parece no poco, le llegó una petición para que admitiera como alumno al hijo de un comerciante. El filósofo aceptó al chico como alumno a la vez que le decía al padre los honorarios. A este le parecieron desorbitados y le respondió: por ese dinero podría comprarme un asno. Sócrates le respondió al momento: hacedlo y así acabaréis teniendo dos asnos en casa.
No sé si la historia de Sócrates es cierta del todo, porque parece demasiado buena, pero en cualquier caso, se non è vero, è ben trovato. Y lo mismo ocurre con otra historia que narra cómo el orador y educador ateniense Isócrates tuvo un candidato a alumno que a las primeras de cambio ya demostró que tenía intención de hablar mucho y opinar de todo. Isócrates le dijo que lo aceptaba como alumno pero que sus honorarios serían el doble de lo habitual. El otro, como era de esperar, se quejó y alegó que aquello era una injusticia, pero el profesor sentenció: te cobro el doble porque el trabajo será mayor, primero he de enseñarte a callar, luego a escuchar y por último a hablar correctamente.
Y por si les interesan los griegos, aquí les dejó un curso gratuito para que aprendan más sobre ellos.